El encuentro ha comenzado con buena intensidad por parte de ambos combinados. A pesar de que el Zamora llegaba con más asiduidad, no lo hacía con excesivo peligro. El primer susto ha llegado en el 13, cuando Hervás ha rebañado el balón en el último momento salvando un claro mano a mano de Altube con Morilla. No obstante, la igualdad en el marcador tan solo ha durado 25 minutos, pues en el 26 un centro envenenado de los visitantes se cuela en el fondo de las mallas tras pasearse por toda el área. Después del tanto de los zamoranos, el ritmo del partido ha descendido considerablemente y se ha llegado al ecuador sin mucho a destacar.
La segunda parte ha sido otro cantar. Con la llegada de los cambios el partido ha cambiado de tónica y los locales han comenzado a asediar el área visitante. Las cabalgadas de Pol se han sucedido con los centros al área de López-Pinto, pero la suerte no ha estado de cara para el filial. A pesar del buen número de llegadas del Burgos en los compases finales del partido, los puntos se han vuelto a escapar.
Carlos Aguilera destaca la frustración de no haber podido materializar las ocasiones: “La sensación es de impotencia porque creo que hemos merecido más. La segunda parte ha sido para, como mínimo, llevarnos un punto ante un gran rival”.