La fría tarde en tierras orensanas ha entrado en calor rápido con el disparo de Lucas Ricoy en el minuto 2 que se marchaba a centímetros del poste derecho de Marqueta. El conjunto burgalés desprendía buenas sensaciones en ataque y López-Pinto probaría suerte desde la frontal en el 8’. Aprovechando los buenos minutos de los blanquinegros, un centro desde la banda derecha de Vertiz provoca una mano de Ebuka en el área local y su consecuente pena máxima. El Javi López-Pinto sería el encargado de transformar el penalti en el adelanto en el marcador en el minuto 18.
No obstante, la alegría iba a durar poco para los muchachos de Albistegui cuando en el 26 presenciaban cómo el propio Ebuka le ganaba por arriba a Óscar López en el rechace de una falta e introducía el balón en la portería de manera casi milagrosa. A pesar del contacto entre el defensor y el portero, y el requerimiento de atención médica para Óscar tras el encontronazo, el gol subió al marcador. 1-1.
Tras el empate, el combinado gallego se volcó en ataque sin mucha fortuna. La primera mitad iba a llegar a su fin entre contras locales y visitantes sin gran peligro y con una cartulina amarilla para Tito en el 44’.
La segunda mitad no ha podido dejar indiferente a nadie. En su comienzo, el Ourense iba a meter una marcha más y fruto de la ofensiva harían el segundo en el 61 por mediación de Capelete. Con el golpe todavía reciente, Tito se vería obligado a abandonar el verde por lesión y en su lugar entraría Antonio Molina. Casi como de un artificio milimétricamente pensado, la nueva incorporación iba a asistir a Lucas en el 70 para volver a poner las tablas en el luminioso, 2-2. Además, tan solo dos minutos después, el artillero burgalés iba a tener un mano a mano con Marqueta, regalado por Marino, que se marcharía al lateral de la portería. Por un momento se cantó el 2-3 en Galicia, pero el destino tenía preparado un final muy diferente.
Conforme se acercaban los minutos finales de partido, este se iba convirtiendo en un toma y daca constante que, poco a poco, se iba decantando por la escuadra azulona. El tercer gol, pero esta vez local, también se cantó en el 78 cuando Israel batía a Óscar López en un mano a mano. Sin embargo, casi por arte de magia aparecía inexpugnable Pol Bassa para despejar el balón con la testa sobre la línea de gol.
En el 84 y el 86 Albistegui terminaría de agitar la coctelera metiendo a Sergio y a Óscar en sustitución a Vertiz y a Lucas, buscando la victoria. Sin embargo, un mazazo en forma de gol iba a caer sobre los ánimos burgaleses bajo la firma de Gabri Palmás, 3-2. Por si fuera poco, en el 90 el delantero realizaría el segundo en su cuenta particular para poner un arrollador 4 a 2 en el minuto 90 de partido.
Debido a la lesión de Tito y al gran número de goles, el colegiado añadiría nueve minutos de, a priori, agonía para los visitantes en lo que parecía un choque ya finalizado. No obstante, en el octavo minuto de prolongación, Sául del Cerro aprovecharía un centro desde la esquina para batir por arriba a Marqueta y poner el 4 a 3 final.