Llegó la tercera etapa, la última incursión de La Vuelta en la provincia de Burgos y el primer final en alto con la subida al Picón Blanco, el coloso de las Merindades. Bastaron 25 kilómetros para que Jetse Bol volviese a dar protagonismo al Burgos BH y se integrase en la escapada del día junto a otros siete corredores. En el Manquillo, primer puerto de la jornada situado en el kilómetro 40, la fuga contaba con una ventaja superior a los tres minutos. La cabeza de carrera, con entendimiento, hizo camino y obtuvo una renta superior a los 9 minutos hasta que en el último tercio de la carrera el pelotón comenzó a reducir la diferencia.
A siete kilómetros de meta, ya en el Picón Blanco, la escapada aumentaba el ritmo y las rampas del 12% provocaron que Bol se descolgase e hiciese la subida a su ritmo en el grupo perseguidor. Mientras tanto, Óscar Cabedo supo sufrir en las primeras rampas para aguantar con los favoritos en el grupo principal. A falta de menos de tres kilómetros, Bol conectaba con el grupo principal y Cabedo lanzó un ataque ante la pasividad de los grandes líderes. En lo alto del Picón Blanco Cabedo firmó la 18ª plaza.
Jetse Bol, protagonista de la fuga del día, definía la jornada como "muy dura. Desde el kilómetro 0 hubo muchos ataques y yo tenía muchas ganas de entrar. Al principio se fueron cuatro corredores, después dos y yo tenía que saltar. Ha sido un día largo, más de 200 kilómetros con viento de cara. En el Picón Blanco se arrancó muy fuerte, no pude seguirles y decidí subir a mi ritmo”, aclaró.
Después de tres jornadas, el pelotón de La Vuelta sale de la provincia de Burgos y se encamina hacia la Costa Blanca. La cuarta etapa parte del Burgo de Osma, aún en tierras castellanas, y reduce al mínimo las dificultades montañosas hasta llegar a Molina de Aragón tras más de 163 kilómetros.