En clara mejoría, el conjunto de Jon Pérez Bolo disfrutó de las primeras ocasiones del partido. Curro Sánchez le dio la bienvenida a Edgar Badía con un primer disparo que repelió el portero con el pie y poco después, Edu Espiau estuvo cerca de encontrar el premio con un control brillante al que solo le faltó la definición. La respuesta del Elche, bien cargado en sus filas, no se hizo esperar y en el 20’ lo probó con un disparo que se perdió rozando el palo derecho.
El Plantío disfrutaba de un duelo entre dos conjuntos valientes y con ideas de juego muy ofensivas, pero sobre todo porque con el paso de los minutos las ocasiones más claras se vestían de blanco. Fer Niño recortó y sentó a su marca en el 26’ y solo faltó acierto. Y ya en el 34’ Dani Ojeda le ganó la espalda a su par y puso un centro que no encontró remate. Pero en el rechace, Curro conectó un disparo que se topó con la mano de Diego González. El colegiado no dudó y el ‘16’ blanquinegro asumió la responsabilidad. Con maestría, engañó a la perfección a Badia para adelantar al Burgos. Uno más en su cuenta particular.
El éxtasis tuvo su momento más álgido sobre la bocina con el segundo tanto de Curro tras aprovechar un nuevo rechace. Borja González ganó metros con el balón controlado y ya en campo rival, no se lo pensó y fusiló desde 40 metros obligando a Badia a improvisar. El portero rechazó como pudo y ahí apareció el hombre tocado por la varita para remachar con la testa y desatar la locura en El Plantío.
Ya en la segunda mitad, el Elche salió decidido a traducir su dominio del esférico de la primera mitad en ocasiones. La primera con un disparo desde la izquierda de Tete Morente, y acto seguido con la réplica desde el costado contrario a cargo de Nico.
El conjunto ilicitano lo intentaba a través del disparo desde media distancia y, de nuevo, Nico se atrevió desde la frontal del área con una gran parábola que se estrelló en el larguero y cuyo rechace no pudo transformar Tete Morente.
El Elche CF se volcaba en ataque y comenzaba a dejar mucho espacio a su espalda, factor que iba a aprovechar el cuadro de Jon Pérez Bolo para intentar matar el partido. Kevin Appin, que saltó al campo junto a Ander Martín en sustitución de Mumo y Edu Espiau, fue el pulmón que desahogó la presión de los visitantes con dos galopadas.
La primera fue una demostración de la zancada del jugador francés, que batió varias líneas en conducción, aunque acabó perdiendo el esférico en una más que posible falta que no vio el colegiado. La segunda, tuvo un desenlace distinto. Appin se zafó de varios rivales en velocidad y dejó el balón en bandeja de plata para Dani Ojeda dentro del área, que superó a Edgar Badia con un disparo cruzado de pierna izquierda para poner el tres a cero en el minuto 65.
El Plantío era una fiesta tras el tercer gol del Burgos CF y sus jugadores jugaban ya totalmente sueltos ante un rival notablemente afectado por el mazazo de encajar durante sus mejores minutos. Dani Ojeda, que había anotado su primer gol con la elástica blanquinegra, tuvo el cuarto con un disparo cruzado con la zurda que se marchó desviado por poco en una acción muy parecida a la del gol, aunque en esta ocasión, el canario se gustó con un gran recorte dentro del área previo al remate.
Era el momento de mover ficha desde el banquillo y Bolo dio entrada a Álex Bermejo y a Álex Sancris por el goleador Dani Ojeda y por Fer Niño, había realizado un buen partido. El Elche CF intentaba salir de su letargo asomándose tímidamente por el balcón del área de Caro de vez en cuando, pero la escuadra burgalesa tenía el partido exactamente donde quería y la sensación general era que estaba más cerca el cuarto de los locales que el primero de los visitantes.
Y así se hizo. En el minuto 88 el Burgos CF dispuso de una falta lateral cercana a la portería de Badia después de que Clerc derribase a Curro tras una gran conducción del andaluz. Él mismo iba a colgar el balón al corazón del área buscando el remate de algún compañero, aunque el que iba a recoger el esférico iba a ser Álex Bermejo tras el rechace de la defensa ilicitana para reventar la redonda contra la red de la portería rival.
Apenas iba a haber tiempo para que los blanquinegros se asomasen otra vez por el área rival con una gran combinación que degustó al público burgalés y que no pudo convertirse en el quinto gol, dado que el disparo de Curro se topó con las manos de Edgar Badia.
Finalmente, el cuatro cero se confirmó como la mayor goleada del Burgos CF en las últimas dos temporadas, ante un equipo de renombre y recién descendido desde la Primera División como el Elche CF.
Con esta victoria, el conjunto dirigido por Jon Pérez Bolo se coloca séptimo, al borde de las posiciones de playoff, a falta de que termine la séptima jornada de LaLiga HyperMotion 23/24.