Soria es una de las ocho provincias de España que sigue los pasos de Rodrigo Díaz de Vivar. Por ello, la Diputación de Soria propone de cara al periodo estival la ruta del legendario Caballero medieval. Un itinerario de más de 2.000 kilómetros.
El Camino del Cid se ha convertido en “el otro camino de Santiago que cada vez seduce a más personas”, ha señalado Benito Serrano, presidente de la Diputación de Soria y miembro del Consorcio del Cid.
La ruta contempla 517 puntos de sellado en 57 localidades. En Soria, dieciocho poblaciones ofrecen al viajero hasta 47 puntos que certifican el recorrido del Camino del Cid. “Una ruta histórica respaldada por la Diputación de Soria junto a otras instituciones de España, ha recordado Benito Serrano.
El Salvoconducto es un documento gratuito que puede solicitarse en las Oficinas de Turismo, ayuntamientos, en alojamientos rurales, en tiendas u otros establecimientos de la provincia de Soria y ofrece a los viajeros una serie de ventajas que permite acceder a descuentos o promociones.
La ‘cartilla’ o credencial comenzó a circular en el año 2006 con 57 localidades, “estas cifras ponen de manifiesto el fuerte compromiso de las instituciones que integran el Camino del Cid, así como la relevancia que esta ruta histórica ha adquirido a lo largo del tiempo. Por ello, fomentar este recorrido entre los viajeros, en un tiempo donde el sector del turismo atraviesa un momento duro, es esencial por parte de las instituciones”, ha explicado Benito Serrano.
Además, en los próximos meses, como novedad, los viajeros dispondrán de una nueva app del Camino del Cid para utilizar en ruta. Este servicio se suma a otros que estudian y elaboran desde el Consorcio del Cid como, por ejemplo, el lanzamiento del IV Concurso de Vídeos Camino del Cid.
También, continuamente se trabaja en la señalización de las rutas para facilitar el viaje de los caminantes. “Aunque todas las rutas están señalizadas, todos los años realizamos una media de 2.500 intervenciones en toda la ruta que recorre España”, ha puntualizado Benito Serrano.
