El Burgos BH comenzó con buen pie este nuevo bloque de competición en España, subiendo al podio en la Clásica Internacional a Castilla y León. El joven francés Clément Alleno fue protagonista al entrar en la escapada del día y se hizo con el premio de la montaña tras coronar en primera posición cuatro de las cinco subidas puntuables del recorrido. Una jornada marcada por las altas temperaturas, superiores a los 35 grados, que endurecieron el transcurso de la prueba, pero no evitaron una resolución al sprint en La Cistérniga. En la volata, Antonio Angulo fue el mejor de los morados, acabando en 18ª posición.
La fuga del día se conformó pronto y entre sus siete integrantes estuvo Clément Alleno. El francés quería ganar la clasificación de la montaña y fue el primero en cruzar la cima del Alto de la Garganta y el Alto de Portillo. La carrera no fue sencilla para los ciclistas, que tuvieron que hacer frente a un calor intenso en las horas centrales del día. De hecho, la fuga fue perdiendo integrantes con el paso de los kilómetros, 199 en el total de la prueba, quedándose solo dos ciclistas en cabeza en las últimas ascensiones. Uno de ellos era Alleno, que también ganó en las subidas al Alto de la Armedilla y el Alto de Olivares, asegurándose el premio del mejor escalador.
Tras coronar el último puerto, decidió esperar al pelotón y ahorrar fuerzas de cara a próximas carreras. El grupo principal se enfiló y llegó a cortarse en el repecho situado entre Villabáñez y Renedo de Esgueva, pero Jetse Bol se encargó de cerrar el pequeño hueco que se había formado. Tras una rápida aproximación hacia La Cistérniga, un pelotón de apenas 50 corredores, seis de ellos del Burgos BH, se jugó la victoria al sprint. Antonio Angulo terminó 18º y Georgios Bouglas, 21º. El equipo morado volverá a competir desde este miércoles en la Volta a Portugal y el jueves en la Clásica de Ordizia.
Clément Alleno: “La fuga se formó muy rápido, en el kilómetro cero de la carrera. Los siete corredores nos entendimos bien en los relevos. En la primera subida solo pude ser tercero, pero pude analizar al resto de rivales y sentí que era el más rápido del grupo. En la segunda, me puse a rueda de Alustiza, que había ganado antes, y lo superé para llevarme los puntos. En la tercera, que era adoquinada, peleé con García Pierna y gané de nuevo. Después nos quedamos cuatro corredores en cabeza y pude ganar también el cuarto sprint de montaña, asegurando este premio. En la última subida, iba con Carlos García Pierna y le dije que podía irse en solitario si quería, ya que yo intentaría terminar tranquilo la carrera y guardar fuerzas para la Clásica de Ordizia del jueves. Cuando el pelotón me cogió, intenté ayudar al equipo y llevarles un poco de agua a los compañeros. Desde el año pasado no corría con tanto calor. Hay que beber mucho y echarse agua en la cabeza, las piernas y el resto del cuerpo cada diez minutos para mantenerse hidratado. Fue un día duro, pero estoy muy contento con las sensaciones. Para el equipo es una carrera importante, ya que corremos cerca de Burgos, y tener un ciclista delante peleando por la montaña es algo positivo. Ahora toca recuperar y, en Ordizia, creo que podré hacer una buena carrera”.