Se convertirá en el ensayo general del arranque de La Vuelta 2023 que se iniciará en Barcelona con una CRE muy similar.
Se disputará sobre un recorrido corto, de 13’1 kilómetros y con un desnivel positivo de 190 metros, prácticamente llano, que bajo el epígrafe de «Raíces de Castilla» unirá las localidades de Oña y Poza de la Sal.
Los equipos tomaran la salida desde las calles de Oña para afrontar un recorrido que también transitará por Terminón, Castellanos de Bureba y Salas de Bureba, antes de hacer la incorporación a la CL-633 para afrontar los últimos 450 metros y que finalizara en la Plaza Mayor de Poza de la Sal.
En esta segunda etapa, la Diputación de Burgos, entidad organizadora de la carrera a través del IDJ, proyectará las «Raíces de Castilla» poniendo en valor, entre otros hitos patrimoniales, las Salinas de Poza y el Monasterio de San Salvador de Oña, fuertemente vinculado a la realeza castellana desde el siglo XI.