Tras tres años de ausencia, La Picón Castro vuelve al calendario el próximo 4 de junio con tres distancias mucho más montañeras y un cartel de lujo.
Si hace unas semanas era Luis Alberto Hernando quien confirmaba su participación en la octava edición de La Picón Castro, ahora lo hace también Cristofer Clemente. El canario llega a Las Merindades un año después de ser operado de una lesión en los tobillos que lo apartó de la competición.
"Correr La Picón Castro me motiva de manera especial, es un gran reto que me obliga a salir de mi zona de confort. Aquí encontraré un terreno muy diferente al de mi zona de entrenamiento, donde predomina la piedra volcánica. Será interesante, me servirá para afinar de cara a los grandes objetivos de esta temporada", afirma el atleta de Hoka.
Así, con la presencia de Cristofer y Luis, el evento castellano-leonés contará por vez primera con dos campeones del mundo de Trail Running. Ambos fueron piezas clave para la consecución del oro de la Selección Española en los mundiales de 2017 y 2018. Junto a ellos también estará en la salida de la distancia de 60 kilómetros otro gran conocido de las carreras por montaña, el corredor rumano Ionel Cristian Manole. Sobre el papel, la victoria en el cuadro masculino se prevé competida.
El 25% de los inscritos en La Picón Castro son mujeres
La Picón Castro 2022 bate récords. Con las inscripciones ya cerradas, la prueba de Las Merindades burgalesas supera los 600 inscritos. Además, el evento ha logrado alcanzar el 25% de participación femenina, cifra por encima de la media nacional.
Desde la organización, con Diego de la Iglesia y Diego González a la cabeza, quieren poner en valor ambos datos y el gran trabajo que hay detrás. “Han sido tres años muy duros en los que no hemos dejado de trabajar y pensar en cómo sería el retorno de La Picón Castro ni un solo segundo. Ver la gran acogida que ha tenido, que hemos agotado dorsales en el trail, la alta participación femenina… Nos da fuerzas para seguir y hacer de esta prueba una de las mejores de España”.
Tras el largo parón provocado por la pandemia, esta pequeña localidad burgalesa de cerca de 1.700 habitantes recibirá de nuevo a corredores procedentes de todos los rincones de la Península Ibérica. Por lo que la ilusión por reencontrarse con este increíble ambiente y mostrar la belleza paisajística del lugar son inmensas. Y aunque las lluvias de estas últimas semanas han provocado desprendimientos y han obligado a la organización a reacondicionar algunas zonas del circuito, la cuenta atrás ya ha comenzado y está todo listo para disfrutar de un maravilloso fin de semana en un entorno mágico.
