El Burgos BH volvió a ser protagonista en el segundo día de la Vuelta a Asturias, al lograr José Manuel Díaz Gallego la cuarta posición de la etapa. En la jornada reina de la carrera se vivió de nuevo una bonita pelea entre los escaladores, con los ascensos a Vallado y al Alto del Acebo como jueces de la prueba. En este último puerto, el jienense del equipo morado se mantuvo entre los más fuertes y acabó peleando por los puestos delanteros en la llegada a Cangas del Narcea.
La carrera comenzó a seleccionarse a 50 kilómetros del final, tras un primer paso por meta. En las rampas iniciales de la subida a Vallado se marcó un fuerte ritmo que permitió dar caza a los nueves escapados que rodaban en cabeza. Apenas 30 ciclistas coronaron en el pelotón, entre los que se encontraban José Manuel Díaz Gallego, Pelayo Sánchez y Ander Okamika. No pudo estar junto a ellos Victor Langellotti por culpa de la caída sufrida el día previo. Un fuerte golpe en el coxis le lastró durante esta segunda jornada y provocó su abandono.
La criba fue aún mayor en el ascenso posterior al Alto del Acebo, donde comenzaron los ataques. Díaz Gallego coronó junto a una decena de corredores, a pocos segundos del ciclista que acabaría logrando la victoria. Tras el descenso, se impuso en el sprint de grupo para ser cuarto, escalando a la 11ª posición en la general. Tras él llegaron Okamika y Pelayo, que se mantienen entre los 15 mejores de la carrera. Además, el Burgos BH escala a la segunda posición de la clasificación por equipos.
José Manuel Díaz: “Ha sido una etapa muy dura. En el penúltimo puerto se hizo una gran selección y la subida posterior al Acebo fue muy explosiva. Intenté poner mi ritmo y fui superando a rivales. Conocía la última bajada de haberla hecho hace dos años -fue quinto en aquella edición-. Sabía que tenía que entrar primero en el último kilómetro para ganar el sprint del grupo y así lo hice”.
La Vuelta a Asturias concluirá este domingo con una última etapa de 148 kilómetros entre Cangas del Narcea y Oviedo. El terreno incluye varias pequeñas subidas, destacando el Alto del Tenebreo a pocos kilómetros de meta. De sus rampas podría salir el grupo que acabe disputándose la victoria en las calles de la capital asturiana.