Lo primero que hay que destacar y agradecer, es el gran trabajo, la perfecta organización, y el gran esfuerzo realizado por los organizadores y la gran cantidad de voluntarios que colaboraban.
La posibilidad de hacer la prueba tanto andando como corriendo, solo o en familia, o mejorar tu tiempo del año anterior fue un aliciente para todo el que se dio cita en esta edición.
La propuesta que diferenciaba a esta edición de las cinco anteriores, fue el cambio de sentido y que el trazado del mismo discurrió en su totalidad por los montes pinariegos. Una distancia de 12,2 kilómetros, con varias subidas pronunciadas, que hizo de esta edición la más dura en cuanto a recorrido.
A las modalidades habituales de carrera y senderismo se sumó la marcha nórdica. La travesía pretendía ser atractiva tanto para los corredores más experimentados que buscaban la competición, como para los corredores más principiantes y con un menor nivel de entrenamiento.
Atravesó los cascos urbanos de Rabanera del Pinar, Aldea del Pinar, sus zonas boscosas y la zona denominada Puente Soriano, de origen romano y de belleza singular, así como su camino real soriano.
Antes del comienzo de la marcha, en la zona del frontón, se pudo disfrutar de un ambiente de fiesta, con música, charanga y clases de zumba.
Al finalizar la marcha, los participantes pudieron degustar Ajo Carretero, Chocolat, Fruta, Agua, Galletas... todo un lujo y buen detalle. Además se dieron los premios a los ganadores y se sortearon varios premios.
PODIUM CARRERA:
CLASIFICACIONES CARRERA Y SENDERISMO:
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