La segunda jornada de la Vuelta a Burgos volvió a tener claro protagonismo del Burgos BH, que buscó el triunfo de etapa desde la fuga y en la llegada al sprint. El arandino Mario Aparicio fue el encargado de lucir los colores del equipo de casa en la escapada, recorriendo en cabeza de carrera el norte de la provincia. Una vez fue neutralizado su intento a pocos kilómetros del final, su compañero Antonio Angulo realizó un buen ascenso en el complejo kárstico de Ojo Guareña, terminando en la sexta posición. Con este resultado, se sitúa también sexto en la clasificación general antes de la decisiva etapa con final en las Lagunas de Neila.
La carrera partió de Villasana de Mena, en la comarca de Las Merindades, formándose pronto una escapada de cuatro corredores. En ella logró filtrarse Mario Aparicio, tomando el relevo del también burgalés Rodrigo Álvarez, que un día antes se fugaba en la etapa inicial. El grupo hizo camino en los tres primeros puertos de montaña, logrando una renta máxima de más de tres minutos en el ecuador de la carrera, antes del paso por Medina de Pomar. Los kilómetros pasaban y el grupo de cabeza mantenía sus opciones, llegando con un minuto de renta al primer paso por meta en Ojo Guareña.
Antes de esta subida, Aparicio lanzó varios ataques para intentar marcharse en solitario, pero no pudo dejar atrás a sus rivales. La aventura del corredor de Burgos BH concluyó a 12 kilómetros de meta, al ser atrapado por el pelotón. La tensión en el grupo había crecido a raíz de una caída muy numerosa que provocó numerosos cortes unos kilómetros antes. Los morados pudieron evitar el incidente y llegaron bien posicionados a la subida final. Antonio Angulo sabía que esta llegada era propicia para él y fue superando a corredores en las duras rampas de Ojo Guareña. Finalmente, el cántabro cruzó la meta en una destacada sexta posición.
Mario Aparicio: “Hoy ha sido un día sencillo. Hemos podido coger la fuga y, en ella, hemos colaborado bien todos. En el final he buscado mi opción arrancando varias veces, intentando irme solo y dar la sorpresa, pero no ha sido posible. Luego en la llegada al sprint he intntado hacer el mejor papel posible y no perder mucho tiempo en la general. Ha habido una pequeña caída dentro del último kilómetro que nos ha penalizado un poco al hacerse un pequeño corte, pero lo positivo es que llegamos sanos y salvos, ya que ha sido un día con muchas caídas en el pelotón”.
Antonio Angulo: “La etapa ha seguido un poco el guion previsto, con una escapada tempranera que varios equipos han controlado todo el día. Por el terreno que había podía haber costado más coger la fuga y haberse rodado muy rápido, pero, por suerte, no ha sido así. Igualmente hubo bastante tensión y, de cara al doble paso por línea de meta, sabíamos de la importancia de ir bien colocados delante del grupo. Nos jugábamos mucho en los diez kilómetros anteriores y, fruto de esa tensión, ha habido esa caída masiva. No he entrado en la mejor posición en el último kilómetro, pero he tenido fuerzas para progresar hacia adelante. No ha sido un sprint muy limpio, pero termino contento con el resultado y con verme cerca de los primeros. Sabíamos que, de las cinco etapas, esta podía ser la que mejor me venía y hemos confiado y trabajado en ello. El equipo me ha arropado para conseguir el mejor resultado y estamos contentos con la sexta posición, aunque nos habría gustado pelear por algo más”.
La Vuelta a Burgos afrontará este miércoles la tradicional subida a las Lagunas de Neila, puerto en el que habitualmente se cierra la carrera el último día de competición. La etapa de 138 kilómetros saldrá de las Bodegas Nabal, en Gumiel de Izán. Se espera una primera parte de carrera rápida, con mucha pelea por formar parte de la fuga. Tras virar en Salas de los Infantes y subir el Alto del Collado de Vilviestre, se realizará un primer ascenso al Alto de Rozavientos. Esta vertiente de las Lagunas de Neila se afronta por el Alto del Collado, con un tramo final con rampas superiores al 15%. Tras bajar a Quintanar de la Sierra, se vuelve a subir, llegando esta vez hasta el Portón, a un kilómetro de la cima habitual de las Lagunas de Neila.
