Los celestes han competido ante un gran rival que ha marcado la diferencia especialmente en la línea de saque. En cualquier caso, el balance de los de Alberto Toribio es magnífico en el regreso soriano a la competición europea tras una larga sequía.
El equipo local salió fuerte en los primeros compases (7-4), pero poco a poco los sorianos se metieron en el partido, logrando reaccionar, igualar e incluso ponerse por delante con relativa rapidez (9-10). El marcador estuvo muy igualado hasta el 17-17. A partir de aquí, el set se resolvió por pequeños detalles, los turcos lograron una pequeña ventaja que se antojaba clave, como el acierto en el saque de Mandiraci (25-22).
En el segundo set los sorianos estuvieron más lejos. De nuevo, el cuadro de Esmirna logró una rápida ventaja inicial (10-3), de nuevo impulsada por un saque demoledor, que dejaba la eliminatoria encarrilada para los locales. Los celestes intentaron reaccionar, y en cierto modo lo lograron, porque consiguieron recortar diferencias (12-8). De hecho, el cuadro de Soria iba a presentar batalla hasta el final, pero la empresa se tornaba inalcanzable e Izmir lograba su pase de ronda 25-20.
De cara al tercer parcial, el equipo de Toribio, lejos de bajar los brazos, siguió compitiendo. Llevando la manija del parcial hasta el 9-9. Los turcos amenazaron con marcharse en el marcador en el 17-14, pero el cuadro celeste daba la vuelta para ponerse por delante con 17-19. Sin embargo, Izmir no había dicho su última palabra, cerrando el duelo con 25-23, en un gran final de set.