Los hombres de Alberto Toribio prescindieron de los artificios y se dedicaron a hacer su trabajo, competir, batir a su rival y sellar el pase de ronda. No obstante, el encuentro no fue sencillo para los locales, pues los tinerfeños fueron fieles a su estilo peleando cada punto y sin dar el duelo por perdido en ningún momento.
El equipo celeste salió con la lección bien aprendida, pues imprimió un inicio arrollador que sorprendió al cuadro canario y obligó a Matías Guidolín a tratar de recomponer a los suyos. Bruno Cunha al saque, propiciaba que el cuadro soriano tuviera un primer colchón. La renta seguía siendo notable con el 12-6, pero los canarios se metieron en el partido con un parcial de 0-4 y presentarse en el marcador con 12-10. Claro que a los sorianos se les veía bien plantados, logrando ampliar de nuevo la ventaja hasta el 17-12. Los canarios hacían la goma y corrían el riesgo de que se partiera, pero liderados por Amorím en ataque, se rehacían una y otra vez, recortando las diferencias, hasta que con 26-24 el cuadro celeste cerró el primer acto.
Lo equilibrado del marcador en el primer acto tenía una clara lectura para Grupo Herce Soria: Confiarse no era una opción. De hecho, el inicio fue similar con un 5-1 en el marcador. Guidolín iba a buscar la solución en el banquillo, introduciendo a Fransico Rodríguez por Pablo Vinti, y el relevo pronto tuvo efectos positivos, especialmente con mayor presencia ofensiva. Con el 10-10, se abría un escenario diferente, con la primera ventaja del partido para los insulares y un equilibrio en el marcador que se iba a prolongar hasta el 20-20. Los dos equipos hacían bien el trabajo y reducían el margen de error, pero no lograban romper el juego. En los últimos compases, los sorianos mostraron su olfato competitivo, logrando un parcial de 3-0 con el que iban a poder cerrar el juego con margen de maniobra (25-21), gracias a una gran tanda de servicio de Santiago Aulisi.
Llegaba el tercer juego y Cisneros Alter ya no tenía margen de error, necesitaba ganar la manga para seguir vivo en el partido y en la eliminatoria, una cuesta arriba de cifras que podía ser una losa anímica. Sin embargo, el cuadro tinerfeño fue de nuevo a la batalla sin bajar los brazos y sin dar tregua a los sorianos, que eso sí, iban a aprovechar un mejor ritmo de juego para llevarse el encuentro. Así, mientras el 5-7 daba alas a los visitantes, el equipo de Toribio mostraba templanza y confianza, dando la vuelta al marcador (10-8). No obstante, las diferencias en el juego no eran significativas, y el marcador volvió a discurrir en la igualdad hasta el 17-19. Los canarios llegaban por primera vez con dos puntos de ventaja a la recta final de set, pero Soria no tendría fisuras, volviendo a competir con oficio en la recta final, dando la vuelta al marcador (22-21), y cerrando el duelo con un saque directo de Davi Tenorio (25-22).