Una ciudad entera empujará al Hereda San Pablo Burgos en su persecución de la victoria ante Unicaja en el encuentro que arrancará este domingo, a las 17:00 horas, en el Coliseum. El cuadro dirigido por Paco Olmos sabe que el objetivo único es el de vencer al conjunto malagueño en este antepenúltimo partido de la temporada de Liga Endesa. La carrera por la permanencia está muy ajustada y los burgaleses dependen de sus próximos resultados para salvar el puesto en la máxima categoría del baloncesto español.
“Entramos en un momento definitivo de la competición. Todo el mundo empieza a hacer cuentas. Nosotros solo tenemos una cuenta, que es ganar el partido del domingo”, afirmaba contundente el entrenador Paco Olmos en la previa del duelo de mañana. En la comparecencia, el técnico valenciano analizaba: “Estamos en una situación de máxima dificultad, pero también somos un equipo que depende de sí mismo para conseguir la salvación”.
Los burgaleses han entrenado durante los últimos días con la cabeza puesta única y exclusivamente en el choque ante Unicaja. “Estamos haciendo una gran semana de trabajo. Veo un compromiso absoluto del equipo con respecto a lo que supone el partido del domingo”, señalaba Olmos, que agregaba: “Sabemos que este encuentro lo va a jugar todo Burgos. Toda la ciudad se va a levantar. Vamos a tener un día de muchas emociones”.
Precisamente por ello, manejar el estado anímico será una de las claves para alcanzar el décimo triunfo del curso. “Tenemos que gestionar bien todas las emociones”, advertía el entrenador, que hablaba del plan para encarar este encuentro: “Intentaremos hacer una buena entrada al partido, pero hay que estar preparados para ganarlo en el minuto 40. Algunas victorias se nos han escapado en ese momento”.
Igualmente, los castellanos tratarán de “mantener la concentración” a lo largo de toda la contienda, de forma que puedan controlar los “pequeños detalles” que han resultado tan determinantes en algunos de los duelos pasados.
A excepción de Dani Díez, todavía de baja por su esguince de tobillo, el cuerpo técnico del Hereda San Pablo Burgos tendrá a su disposición al resto de jugadores, entre ellos, las dos últimas incorporaciones, Anthony Clemmons y Cady Lalanne, a los que Olmos ve “mucho más acoplados” tras esta semana. No obstante, lejos de centrar la atención en individualidades, el entrenador apuntaba que la fortaleza de su equipo deberá pasar por “la unión del grupo”.
Unicaja inicia esta jornada desde la duodécima posición de la clasificación con un balance de 13 victorias y de 18 derrotas. Los malagueños lograron imponerse al Barça a mediados de abril, pero desde entonces han encajado tres derrotas de manera consecutiva: ante Lenovo Tenerife, Joventut Badalona y Bitci Baskonia, esta última por la mínima (72-73). El cuadro cajista llegará a Burgos bajo la dirección de Ibon Navarro, en una campaña que arrancaron a las órdenes de Fotis Katsikaris.
Para el encuentro de mañana, está previsto que sean baja en el equipo andaluz los lesionados Francis Alonso, Carlos Suárez, Tim Abromaitis y Micheal Eric, además de las dudas de Jonathan Barreiro y de Cameron Oliver. A pesar de todo, el conjunto malagueño, ya sin opciones de acceder al Playoff, quiere pelear por acabar la temporada en el puesto más alto que pueda alcanzar.
En la plantilla de Unicaja son varios los destacados en esta temporada: Darío Brizuela (13,7 puntos, 11,9 créditos de valoración), el lesionado Tim Abromaitis (9,1 puntos, 4,5 rebotes, 11,7 créditos de valoración) y la batería de exteriores que completan jugadores como Axel Bouteille, Jaime Fernández o Alberto Díaz. Además, un conocido de la afición burgalesa retornará al Coliseum, el pívot Dejan Kravic, que llegó a Málaga a finales de enero de este año.
El entrenador del Hereda San Pablo Burgos valoraba así a su rival de mañana: “Unicaja, sobre todo desde el cambio de entrenador, ha cogido otra línea. Es un equipo muy competitivo, que ha conseguido grandes victorias”. Los andaluces cuentan con “una base de nacionales muy importante, sobre todo en el perímetro, donde tienen jugadores de mucho talento”.
Debido a ello, Paco Olmos resaltaba la precaución a la hora de afrontar el partido de este domingo, pese a que los de Ibon Navarro no tengan en juego un gran objetivo: “Viene un rival peligroso contra el que vamos a tener un partido complicado”; y añadía: “No les podemos dejar correr ni rebotear porque, si lo hacemos, ellos entrarán en su ritmo y se convertirán en doblemente peligrosos”.
El factor de la afición será una de las bazas del cuadro burgalés para perseguir la décima victoria de la temporada liguera, un triunfo imprescindible en la búsqueda de la permanencia. El técnico de los castellanos pedía a los seguidores del equipo “que sigan haciendo lo que están haciendo”, dando aliento a los suyos, e indicaba: “El partido va a tener tensión. Si flaqueamos, les pedimos que nos levanten y que nos empujen”.
Cuando el Coliseum ruge con las voces de toda la afición burgalesa se convierte en un factor más dentro del juego: “Las sensaciones son diferentes, tanto para nosotros como para el equipo de fuera”. Con el ánimo incondicional de su gente, el Hereda San Pablo Burgos buscará conquistar el triunfo ante Unicaja en el partido que arrancará este domingo, a las 17:00 horas, en casa.