Con esta nueva victoria las burgalesas llevan dos temporadas invictas en la liga autonómica.
Tarde primaveral, y el inicio de tener sensación calurosa y elevada temperatura antes de los partidos. La primavera comienza y con ello la recta final de la liga y comenzamos a contar las semanas para la promoción de ascenso.
León nos recibió con temperatura en sus contactos a las burgalesas, que se mostraban más débiles en defensa y las leonesas sacaban rédito de sus acciones. Prueba de ello, fue que llegando a los 5 minutos de partido lograron posar el balón en la línea de ensayo de pingüinas, fruto de las acometidas hacia postes y en el duelo de contacto.
Este hecho fue un punto de inflexión y cambio de rumbo del partido. Sirvió para que las burgalesas comenzaran a luchar por superar la situación, cambiando en actitud, en la defensa siendo más determinantes y dejando menos metros a las contrarias. De la misma forma, los movimientos en ataque, contenían mayor precisión y cada posesión era una ganancia de metros.
Muestra de ese equilibrio entre ataque y defensa fueron los cuatro ensayos con dos trasformaciones, frente a uno de las leonesas al finalizar la primera parte.
La segunda parte, las burgalesas sabían que iba a ser una lucha de superación frente a ellas mismas, ya que partían sin un banquillo amplio en cambios y tenían que ser determinantes y resolutivas, a la vez que, llevar el timming del encuentro. Era un objetivo vital saber gestionar con madurez y dominio en el campo estos parámetros para conseguir una victoria, en relación a los intereses de conseguir el campeonato de liga con un partido menos disputado.
Verdaderamente la segunda parte frenaron las acometidas de León con solvencia y mandaron en el ataque, manteniendo muchas posesiones durante bastante tiempo. El fruto de dicha gestión fue el marcador final de 12-52.
Ahora que se ha conseguido el campeonato de liga, comienzan la preparación y la exigencia personal en conjunto para el siguiente escalón de la promoción de ascenso.
Por otro lado, el Sportia PRB formación, a la misma hora que sus mayores jugaba en Burgos contra la Universidad de Salamanca.
Duro partido que finalizó con derrota por 33 a 5, pero donde se vio un equipo azul algo más agresivo en defensa a pesar de contar con algunas bajas.
Salieron las burgalesas algo frías y lentas en los apoyos, que fue aprovechado por las charras para ganar los puntos de encuentro y robar el oval. Así en el primer minuto tras un balón perdido llegó el 0 a 7. Esto solo creo más nervios en las locales, que durante este primer cuarto estuvieron a merced de su rival. Así en el minuto 13, con un nuevo ensayo de fuerza, veían como se escapaba el tanteador a 0 a 14.
Las locales intentaban mover el juego de lado a lado del campo, intentando cansar a un equipo contrario mucho más veterano y con jugadoras de mucha envergadura. Así, el dominio del partido se fue equilibrando. Y aunque el mando del partido iba pasando de un equipo a otro, las visitantes aprovecharon mejor su oportunidad y un nuevo ensayo en el 33 colocaba el 21 a 0 al descanso.
La segunda parte fue sobre el terreno de juego de un dominio más local, así en el 48 Blanca conseguía acortar distancia 21 a 5. Las del Sportia seguían trabajando y moviendo el cuero, pero una y otra vez chocaban con la defensa contraria. Esto iba mermando su ánimo físico y mental. Los diez últimos minutos fueron de un juego muy ralentizado debido al cansancio de los dos equipos, lo que favorecía al equipo más grande, así en el minuto 70 y en las 78 dos nuevas marcas de las universitarias hacían el 5 a 33 final.
Una pena que el buen trabajo y sacrificio burgalés no se viera más reflejado en el marcador.
