La Primera RFEF 22-23 ya está confeccionada después de que el pasado fin de semana Albacete Balompié y Villarreal B consiguieran el ascenso al fútbol profesional, dejando en la cuneta a Deportivo de La Coruña y Nástic de Tarragona.
Gallegos y catalanes serán compañeros de viaje del C. D. Numancia en la división de bronce del fútbol español, a la espera de que la RFEF determine la composición de los dos grupos de la Primera RFEF 22-23.
A la espera de una reunión o una asamblea federativa, esta Primera RFEF está compuesta por 40 equipos de procedencia geográfica tan dispar como variada. Cuatro equipos gallegos, tres castellano y leoneses, seis madrileños, cuatro vascos, tres riojanos, un navarro, cuatro catalanes, cinco de la comunidad valenciana, un balear, un murciano, dos extremeños, cinco andaluces y uno de la ciudad autónoma de Ceuta componen una Primera RFEF sumamente atractiva y con varios equipos históricos, con pasado relativamente reciente en el fútbol profesional.
La temporada pasada, la Federación España de Fútbol optó por una división Este/Oeste, con dos grupos, con una línea imaginaria que cruzaba de Girona a Cádiz, con la comunidad de Madrid como eje geográfico. Esta temporada, la división es, por el momento, una incógnita, a la espera de conocer la propuesta o propuestas del ente federativo.
Respecto al C. D. Numancia, el equipo soriano cuenta con varios equipos muy cercanos geográficamente y que, a priori, deberían ser rivales la próxima temporada. Es el caso de los equipos riojanos, navarros y vascos, si bien habrá que esperar al reparto definitivo que lleva a cabo la Federación.
La competición se estructurará en dos grupos, de los cuales el campeón de cada grupo ascenderá de forma directa a Segunda división. Los clasificados del segundo al quinto puesto de cada grupo disputarán un play off de ascenso que dará con los otros dos conjuntos que ascenderán a Liga Smartbank.