‘Lleno’ de 200 en el Moisés Ruiz para arropar a los verdes en todos los momentos delicados de un encuentro de los que hacen afición a este deporte, lleno de emoción y con la disputa de 233 puntos en cinco sets. La cabeza juega, y mucho, en el voleibol, y por todo lo que pasa por ella, lo bueno y lo malo, se vivieron varios partidos en uno en el Moisés Ruiz. De locos, sí… pero, de locos por el vóley, encuentro de los que se pueden poner como claro ejemplo de la expresión ‘de los que hacen afición’. Esa, por cierto, fue otra clave, la presencia del público en las gradas del Moisés Ruiz, que, a duras penas, pero lo logra, queda en pie una vez más frente al bravísimo Río Duero Soria. Hasta tres pelotas, tres, de eliminatoria, levantó un Unicaja Costa de Almería que fue superior en los dos sets primeros a su rival, aunque se ‘dejó remontar el inicial para verse con 0-1 por atrás y a su rival a dos sets de las semifinales. Después fue mejor el conjunto soriano, y, cosas de este maravilloso deporte, ‘se dejó remontar’ el cuarto cuando tenía en la mano el pase. Está claro que mérito de unos y otros hubo en sendas remontadas cruzadas, antes de que Colito al saque rompiera el tie-brea de inicio.
El máximo anotador del encuentro fue el almeriense Fran Iribarne, puro carácter en el liderazgo de su equipo, con un 51% de ataque y 18 tantos a los que sumó nada menos que 4 bloqueos y un saque directo. Siguiendo por esas dos facetas del juego, brilló en el bloqueo Frías, autor de 7, seguido de Mario Junior, con 5, mientras que en saque tres puntos firmaron Vigil por el lado almeriense y Folguera por el lado de Río Duero Soria. 18 a 15 en lo primero, y 8-7 en lo segundo, son cifras que muestran el alto nivel sobre la cancha y la igualdad entre los dos contendientes, que buscaban medir su pulsación anímica en medio de rachas de euforia. Recibió mejor el cuadro soriano, que además controló mejor el error desde el primer set, el mismo que, de un modo paradójico, se anotó. Con recepción positiva jugó mejor Unicaja Costa de Almería y con negativa sacó más provecho Xavi Folguera, siendo el contraataque, el que podía haber cerrado, por cierto, el 1-3, más efectivo para los almerienses.
El primer set comenzó con un cuadro ahorrador poderoso en el brazo de Iribarne, que desde el saque puso a los suyos con clara ventaja. Es misma se supo manejar bien, con Javier Jiménez aportando desde punta (7-3), a la espera de la llegada de los centrales, que comenzaron a sumar en cuanto tuvieron la ocasión de hacerlo y el juego lo permitió. Vigil hizo dos puntos seguidos para el 9-5 y después se fue al saque para fimar si primer ace con el 12-6. El cubano Jiménez elevó por pipe el 13-8, Soria se resistió y aguantó, pero Ignacio Sánchez colocó a una mano a Fornés y llegó el 16-11. Un bloqueo de Vigil elevó el 19-12, más siete tan cerca de la veintena, pero apareció la imagen temida, de la que el equipo no ha sido capaz de librarse en toda la temporada, para malograr un set que estaba en el bolsillo. El saque de Manu Salvador provocó aguas, después el de Mario Junior tras un 23-20, y se perdió.
El tanteo final fue de 28-30 tras cinco bolas malogradas para el 1-0, y se tenía que rearmar el equipo con 0-1. Evidentemente, el ánimo de Río Duero Soria se disparó y fue un ciclón en el segundo set, con 4-0 inicial devolviendo Villalba la moneda a Fran Iribarne. Pero el almeriense entró al saque, se apoyó en Colito al bloqueo y se le dio la vuelta al marcador (5-4), tras lo que jamás ya se volvió a ceder la delantera en el set. Firmes en servicio, los ahorradores vieron cómo Ignacio Sánchez, con una finta, subió el 12-8 al electrónico, así como Vigil hizo el 17-12 y Javier Jiménez el 19-13 con un bloqueo, y Colito el 20-13. Incluso más controlado que el anterior, de nuevo, dudas que subieron la euforia de Soria, que esta vez nadó mucho hasta que se ahogó en la orilla. Vigil al saque dio con un punto directo y un penalti que supo aprovechar Fran Iribarne seis bolas de 1-1, con un tanto final que se cerró 25-20.
El tercero fue muy igualado desde el inicio, ya no con Unicaja Costa de Almería en plano dominador, ganara o perdiera las anteriores mangas, y el puso fue muy bonito y de gran calidad técnica y física. Bien los verdes por delante, bien los celestes, esta vez vestidos con su torrezno, las igualadas se vieron rotas en el tramo delicado, con algún error de bulto local, y se puso todo muy cuesta arriba (16-20). Apareció como una losa la firmeza visitante para, después de que Colito diera vida, seguido por un gran Jean Pascal, cerrase el 1-2, en parte ayudado por decisiones erróneas en el otro lado de la red (de 19-21 a 19-24). Lo que parecía que podría haberse discutido no fue tal, y Río Duero Soria se situó a un set nada más de hacer historia, por lograr su primera victoria en el Moisés Ruiz desde que cambió de denominación. La pelea mental de los verdes estaba servida, pero también la de los celestes, no sabiéndose si iba a sufrir algo de vértigo llegado el momento de la verdad.
Algo de ello hubo, puesto que el cuarto set mostró otro bello pulso, Unicaja Costa de Almería ‘abusando’ de sus centrales, todos puntos de Vigil y Jean Pascal, con la renta en dos puntos hasta que con 10-8 entró al saque el capitán soriano. Salvador hizo un descosido, hubo un punto de inflexión, con tiempo de Berenguel, con 10-12, y con todo, se sucedieron los errores almerienses para precipitar una ventaja de 5 de Río Duero Soria (12-17 con ace de Foguera). El saque del colocador visitante una vez más fue letal, respondido por otro de Charly Jiménez para dar vida (15-19), y sí, Unicaja Costa de Almería supo remontar un 13-18 sosteniendo el punto a punto después con Fran Iribarne siendo determinante y con Curro Sáez levantando ánimo y grada con sus defensas. Osorio emergió para tirar de su carro, Colito anuló la bola uno de semis de su exequipo, y hubo dos más, bloqueo de Villarreal otra, cerrando la épica un saque directo de Iribarne para el 30-28.
Locura en la grada, locura en la pista, locura en la retransmisión, con récord en el número de personas que pasaron por la retransmisión (13.000), y el tie-break pesó en la cabeza soriana. Lo había tenido, lo había merecido, tanto como Unicaja Costa de Almería mereció poder jugar mañana, pero solo puede quedar un semifinalista entre ellos dos. Colito destrozó con su saque (4-0), con 7-1 Sevillano pidió tiempo por segunda vez, y se tuvo un 10-5, en medio de continuos errores de saque, sobre todo de los verdes. Villarreal bloqueó de nuevo, Río Duero Sorio tiró de lo último en su tanque de combustible y de 13-8 se pasó a 13-11, cortada la racha por Vigil con un ataque inapelable, 14-11, y cerrado el encuentro con un bloqueo de Iribarne, con la compañía de Jean Pascal Diedhiou, a remate de Osorio. Cayó el 15-12 y el 3-2 que conducen la serie a su extremo, un tercer partido, para el que el aspecto físico, visto lo visto y vivido lo vivido este sábado, podría ser clave. De nuevo lo emitirá la televisión pública andaluza a través de Andalucía TV, con comienzo a las 12 horas.
Ficha técnica:
Unicaja Costa de Almería: Ignacio Sánchez, Colito, Javier Jiménez, Iribarne, Vigil, Fornés y líberos, Ferrera y Sáez. También jugaron Carlos Jiménez, Villarreal, Diedhiou
Río Duero Soria: Folguera, Osorio, Villalba, Pires, Frías, Dos Santos y líbero, San Martín. También jugaron: Olalla, Lorente y Salvador.
Árbitros: Juan Mario Bernaola y Antonio Martínez.
Parciales: 0-1 (28-30). 1-1 (25-20). 1-2 (20-25). 2-2 30-28). 3-2 (15-12).
Incidencias: Pabellón Moisés Ruiz, 200 espectadores. Segundo encuentro de los cuartos de final de la Superliga Masculina de Voleibol.