Río Duero Soria sigue viento en popa al sumar una nueva victoria, en este caso en el polideportivo de Los Pajaritos ante Rotogal Boiro por 3-0 (25-18, 26-24, 25-17). Una victoria trabajada, ya que el cuadro gallego mejoró su rendimiento con respecto a las útimas jornadas, mostrando sobre la cancha su desparpajo habitual y poniendo las cosas por momentos muy difíciles a los locales, especialmente en el segundo set de la tarde. Pese a todo, los de Alberto Toribio lograron cerrar el duelo con 3-0, con la aportación de algunos de los jugadores menos habituales que demostraron estar a un gran nivel.
Tal y como había anunciado Alberto Toribio, su respeto por el rival y la importancia del encuentro no dio pie a introducir demasiadas novedades en el inicio, con la única novedad de Manu Salvador en el plantel inicial por Pelegrín Vargas. Así, los sorianos hicieron un planetamiento muy serio de inicio, metidos en el encuentro y presionando a los gallegos, logrando encarrilar el set con 17-10. Claro que los de Emilio Palacio también tenían claro que debían jugar con descaro y desparpajo en todo momento, independientemente del marcador, y lo hicieron, dirigidos con maestría por Arjones, logrando reducir en algunos momentos las diferencias hasta los cuatro puntos, si bien los sorianos, muy superiores, acabaron firmando el 25-18.
Pese al marcador, los gallegos habían tenido mejores sensaciones en la recta final de set, y el crecimiento lo pusieron sobre la cancha en la segunda manga. Fruto de ello, el duelo se convirtió en un puslo vibrante, con el tanteo muy igualado en todo momento. La primera clave para los gallegos fue una clara mejoría en la recepción, con Alves como principal referente tanto en recepción como en defensa. Precisamente este aspecto del juego sería el segundo elemento diferencial, con los gallegos jugando sin dar un balón por perdido y devolviendo el balón una y otra vez al campo soriano. Y en tercer lugar, Davila y sobre todo Del Carmen, lograban cerrar los puntos, contestando así con el ataque a la propuesta soriana (23-24). Los locales no estaban cómodos en cancha, conscientes de que el encuentro se había igualado y no había margen de error, pero Lorente encontraba en Villalba y Moreno bazas fiables que disipaban dudas. Por si fuera poco, Moreno se fue a la línea de saque para dar la vuelta al set en el último momento, con dos bombazos que propiciaron el penalto de Vargas primero y Lorente después (26-24).
Toribio movió más efectivos en la tercera manga, pero su equipo mantuvo la identidad y la dinámica. De hecho, hasta el 9-9 el combate siguió igualado, aunque poco a poco los celestes fueron marcando diferencias, destacando el acierto y contundencia de Luke Belda, que además de su aportación en ataque, también brilló en recepción y apretó las clavijas a la recepción rival con el saque. Los gallegos seguían siendo combativos, pero los recursos celestes parecían inagotables, con muchas ganas de agradar de los menos habituales, entre los que destacó, junto al ya citado Belda, el debut del líbero Rodrigo Jiménez, los minutos de Jaime Pérez en colocación y las apariciones de Pyvovarenko y Tenorio (25-17).