El UBU San Pablo Burgos suma un nuevo empate (30-30, aunque por un error el acta final reflejó 30-31) en un amistoso contra Ikasa, marcado por las dos caras diferenciadas que mostró del equipo cidiano en la primera y segunda parte. Una primera, con el juego habitual de los rojinegros, rápido, ágil y marcado por las recuperaciones en defensa, y una segunda, en la que el conjunto burgalés salió aletargado y faltó de reacción ante el empuje visitante.
Con mucha intensidad inició el encuentro el UBU San Pablo Burgos ante el bloque madrileño. Los de Nacho González no quisieron repetir los errores cometidos días atrás en el amistoso contra Zamora y subieron un punto en su agresividad defensiva. Una mayor concentración en tareas de destrucción de juego permitió a los rojinegros también sentirse con mayor seguridad en ataque para hilvanar su habitual estilo, con mayor velocidad al contraataque y más continuidad en estático.
La seriedad de los locales en el primer tramo del encuentro les permitió abrir su primera brecha en el marcador con un 9-5 en el 11 de juego. Los cerca de 200 espectadores que acudieron a las gradas de El Plantío volvieron a ver el estilo ágil y dinámico que sirvió a los cidianos para ascender tras 23 partidos invictos la pasada campaña.
Ikasa movía bien el balón pero encontraba muchas dificultades para hacer daño a la bien armada defensa burgalesa y, cuando penetraba el muro, a menudo se encontraban con Ibrahim Moral.
La exclusión de Pinillos en el minuto 17 ralentizó el ataque local pero no tuvo perjuicio en luminoso. Burgos se sentía cómodo sobre el 40x20 y se notaba en la facilidad de encontrar al pivote, Samuel Gómez, o para aprovechar el más mínimo espacio de la defensa madrileña para colarse y lanzar desde 6 metros.
Con seis tantos de ventaja en el minuto 23 (16-10) el técnico de Ikasa, Javier Martín, solicitó tiempo muerto para frenar el creciente empuje cidiano. El receso no surtió efecto inmediato y propició, además, una mayor ventaja local, gracias a un gol del canterano Marcos García, que estrenó, así, su cuenta anotadora con el primer equipo.
La exclusión de Dalmau en el 25 posibilitó un acercamiento en el tanteador de Ikasa para llegar al descanso con 18-15.
Los madrileños mantuvieron ese ímpetu en el inicio del segundo periodo. Decididos a recuperar terreno, los del foro buscaron lanzamientos externos para ponerse a dos goles y cerraron filas en defensa para meterse en el partido e inquietar a los de Nacho González.
Durante el primer tramo del segundo acto, la precipitación y los errores marcaron el desarrollo del juego y del marcador, que apenas se movió en durante varios minutos en ninguno de los dos bandos, hasta que en el minuto 42, Pinillos rompió la sequía para devolver el choque a un intercambio de dianas.
La contienda, no obstante, no tenía la fluidez del primer tiempo y, sin hacer casi ruido, el cuadro visitante se puso a un gol de distancia para explicar a los cidianos que no estaba en Burgos de paso. Parar el partido no le sirvió a Nacho González que vio como el rival daba la vuelta al encuentro a falta de tres minutos para el final, si bien, un fallo en el marcador otorgó un gol fantasma a los madrileños, por lo que el encuentro terminó con un 30-31 en el luminoso, aunque el tanteo real fue de 30-30.
FICHA:
UBU SAN PABLO BURGOS 30: Ibrahim, Cantore (1), Pinillos (1), Álvaro (4), Claudio (1), Javi (3), Juan (5), -siete inicial- Joshua (1), Mile, Espinosa, Raúl (3), Juli, Marcos García (1), Dalmau (5), Samuel (5), Cristian.
IKASA MADRID 30: Herms, Aranda, Aguilella (1), Olivares, J. Holst (6), G. Medina (1), Echevarría (7) -siete inicial- Esteban, Salgado, Pérez-Chirinos, D. Medina (1), Fernández (5), Prado, Cumplido (2), M. Holst (1), Aragón (6).
ÁRBITROS: Yonatan Lázaro y David Portugal. Excluyeron a, Claudio (min. 11 y 57) Pinillos (min. 17), Dalmau (min. 25), Javi (min. 44), Espinosa (min. 47), por parte del UBU San Pablo, y Olivares (min. 34).
PARCIALES: 2-3 / 8-5 / 11-8 / 14-9 / 17-10 / 18-15 / 20-18 / 22-18 / 24-22 / 28-25 / 28-28 / 30-30
