El UBU San Pablo Burgos afronta esta semana el primer partido de Copa del Rey de su historia y lohará ante el Finestrelles Shopping Center Handbol Esplugues el sábado a las 18:15 horas en el CEM Les Moreres de la localidad barcelonesa. Un partido en el que los burgaleses buscarán un doble objetivo: el primero, superar la primera ronda del torneo copero para esperar un cruce con un equipo de Asobal que se disputaría en El Plantío y, el segundo, mejorar sensaciones y aspectos del juego para aplicar posteriormente en la liga.
Se inicia una nueva competición para el UBU San Pablo, ya que el año pasado no pudo disputarla a causa del cambio de formato motivado por la pandemia. El conjunto burgalés recoge esta temporada el premio que venía asociado al ascenso de la campaña anterior y encara este nuevo reto con gran motivación a sabiendas de que, en caso de pasar esta primera ronda, el siguiente cruce pueda traer un equipo Asobal a El Plantío. Algo que también sería un regalo para la afición rojinegra, necesitada de una alegría tras los dos últimos resultados en casa. La última derrota en casa contra Novás dejó un mal sabor de boca, pero también permitió ver una evolución en la escuadra castellana que mejoró prestaciones notablemente con respecto al encuentro anterior contra Alcobendas. Síntoma de que el pequeño bache por el que atraviesa el bloque burgalés solo requiere de algunos ajustes para superarlo.
Enfrente, tendrá al Handbol Esplugues, uno de los equipos recién ascendidos a la categoría y que milita en el Grupo B. Los catalanes no han logrado ninguna victoria en liga hasta el momento, sin embargo, se han mostrado como un conjunto muy difícil de vencer. Muestra de ello, son los apuros que pasaron Puerto Sagunto —recién descendido de Asobal— en la primera jornada-, e Ibiza —líder del grupo B—, en la segunda. El equipo dirigido por Álvaro Polo mantiene el bloque del año pasado al que añadió tres refuerzos procedentes de Sant Martí Adrianenc —Ferrán Cisneros, Carlos Martín y Pol Calvo— y uno del CA Sabadell —Martí Palet—.
«Es un equipo recién ascendido y que juega muy bien a balonmano», explica el técnico cidiano, Nacho González. «El año pasado no era favorito para subir, pero hizo una fase extraordinaria», recuerda el preparador. Se trata de un equipo que juega «muy bien, muy en conjunto, con mucha velocidad de balón y defendiendo bien», apunta. González destaca que los catalanes «mantienen el bloque entero de la temporada pasada» y esa «es su mejor baza», ya que arrastran esa «dinámica ciertamente ganadora». «Quizá en este inicio, sobre todo fuera de casa, les está costando un poco», explica el vallisoletano, que pone como ejemplo el «excelente partido» que hicieron contra Ibiza —líder del grupo B—, «que se les escapó de forma dramática» en el último minuto, lo que vuelve a poner de manifiesto de la «igualdad de la categoría» que no permite la relajación ante ningún rival.