Algo está pasando en el Burgos CF, que puede hacer, que todo lo conseguido en el plano deportivo se pierda. Ayer, fue el último episodio de una situación que se viene arrastrando desde el inicio de la temporada. La plantilla y el cuerpo técnico del Burgos CF no saltaron ayer al terreno de juego. Pese a que estaba programada una sesión de trabajo en El Plantío, la jornada fue sustituida por una reunión en el vestuario entre jugadores, cuerpo técnico, Michu (director deportivo) y el máximo Antonio Caselli. El viernes, el director deportivo manifestó su intención de renunciar al puesto de trabajo y también el entrenador, Julián Calero, que aseguró a su plantilla que prepararía el entrenamiento del lunes, pero que no saltaría a dirigirlo sobre el césped. Julián Calero no puede sentarse en el banquillo como entrenador del equipo, desde el comienzo de la temporada, pese a que desde los responsables del Club se reiteró en no pocas ocasiones que el tema estaba solucionado, pero no se ha presentado el aval económico exigido por la Federación Española, el cuadro blanquinegro sigue buscando un aval por valor de 280.000 euros para que la RFEF desbloquee sus derechos deportivos y permita a Julián Calero sentarse en el banquillo. El máximo dirigente del Burgos CF, aseguró que el asunto está ya prácticamente resuelto y que confía que el entrenador pueda sentarse el próximo sábado en el banquillo en Gijón. Aunque el cuerpo técnico y la plantilla están superados por la situación, Antonio Caselli obtuvo de la plantilla un nuevo voto de confianza, aunque con fecha de caducidad (finales de mes). Si sus demandas no son atendidas al término del periodo de no agresión, reactivarán su plan de movilizaciones y salidas.
Otra cuestión importante es encontrar instalaciones para desarrollar los entrenamientos, una vez que la Ciudad Deportiva de Castañares haya cerrado sus instalaciones al Burgos CF. Ya que este es uno de los problemas que dieron inicio a todos los acontecimientos que se han ido desarrollando. Tras la vuelta de las vacaciones de navadad, los jugadores del filial, mantuvieron una reunión con los responsables del Burgos CF y del Promesas en la que ratificaron su intención de realizar paros en los entrenamientos si no se abonan las cantidades adeudadas. Los jugadores del filial llevan conviviendo con los retrasos e impagos casi desde el arranque de la temporada. En vista de la situación los responsables del Promesas han optado por abrir la puerta a los jugadores que deseen salir.
El Comité Disciplinario de la FIFA comunicó al Burgos CF y a la Real Federación Española de Fútbol que se le impide la inscripción de nuevos jugadores hasta que no salde la deuda reconocida por el máximo organismo internacional con dos clubes denunciantes, el Burgos CF debe abonar 27.534 euros al Osasco CF en concepto de derechos de formación de Kleber y al Gremio Osasco Audax, por el mismo concepto, en este caso la petición asciende a 9.369 euros. Una de las opciones de supervivencia de la entidad pasa por la realización de una importantísima inyección de liquidez, y esa solución se buscó con la venta de su mejor jugador, Juanma, al Badajoz. Ademas, el Código Disciplinario de la RFEF, en el artículo que recoge las infracciones por no presentar licencia de entrenador a los partidos de Liga, el Burgos CF acumula ya multas por valor de 31.000 euros, y las cifras se irán incrementando en 1.000 más cada jornada que siga infringiendo la normativa.
Hay varios frentes económicos abiertos, situaciones incómodas que seguro que afectan al buen funcionamiento del equipo, pero que esperemos se resuelvan en próximas fechas en un año deportivo de lo más esperanzador.