Las Lagunas de Neila volvieron a ser decisivas en la Vuelta a Burgos, que concluyó el pasado 6 de agosto en una de las ediciones de mayor calidad de los últimos años. La participación de 21 equipos, 13 de ellos de categoría World Tour, sumada a la presencia de figuras de la talla de Alberto Contador, ha supuesto todo un “éxito” para la organización, aunque será en estas próximas semanas cuando se “analizará” la repercusión de la Vuelta de este año
El presidente de la Diputación, César Rico, que considera que el “éxito deportivo” es innegable. “La carrera ha estado abierta hasta el último día”, ya que “los corredores han venido con muchas ganas”, como así lo demuestra el hecho de que en todas las etapas se haya rodado con adelanto respecto al horario previsto. En este sentido, subraya Rico, la presencia de 13 equipos World Tour se nota, y mucho. De hecho, “es muy difícil que se vuelva a repetir la participación de este año”, reconoce.
A partir de ahí, habrá que esperar todavía algunas semanas para conocer el balance no deportivo de la prueba, que es el que más interesa a la Diputación. Y es que, el “objetivo principal” de la Vuelta a Burgos no es otro que “promocionar la provincia” y aún es pronto para analizar la repercusión real de la cita.
Sin embargo, el sabor que deja la edición de este año es agridulce. Y es que, a pesar de todos los elogios recibidos por unos y otros, la Unión Ciclista Internacional (UCI) ha decidido ignorar la solicitud elevada meses atrás por el Instituto para el Deporte y la Juventud (IDJ) de la Diputación de Burgos y ha descartado la inclusión de la Vuelta a Burgos dentro del calendario de pruebas World Tour.
Como es obvio, la decisión ha caído como un jarro de agua fría. En primer lugar porque, aunque desde el IDJ eran conscientes de la dificultad por entrar en el juego de la UCI, siempre se había mantenido la confianza en que la trayectoria de la ronda burgalesa supusiera un punto a su favor; y en segundo lugar, por las formas. No en vano, la decisión ha llegado con cierta nocturnidad y de manera precipitada. En teoría, la UCI debería haber esperado a la conclusión de la Vuelta a Burgos de este año para anunciar el nuevo calendario, y no lo ha hecho, dejando entrever que la decisión ya estaba tomada de antemano. Además, la inclusión de pruebas con menos solera pero más recursos económicos, como el Tour de Qatar, de Abu Dhabi o el de Turquía, ha sido muy criticada por muchos expertos.
Futuros intentos
Pero a pesar del varapalo, la Diputación de Burgos no tira la toalla. El año que viene también habrá Vuelta a Burgos, inicialmente con el mismo formato que este año y unas fechas muy similares. A partir de ahí, Rico no descarta que se vuelva a solicitar en un futuro la inclusión de la Vuelta en el calendario World Tour. “La UCI ya nos conoce y tiene muy buenos informes sobre la carrera”, subraya el presidente.
