"El éxito de este musical ha sido sin duda el buen rollo, el entusiasmo, la alegría y el trabajo en equipo"
Con los nervios a flor de piel. Es el último gran ensayo de Aladdin en el Teatro Auditorio de Salas de los Infantes y todo tiene que salir a la perfección. Actores y actrices corren por los pasillos para ultimar los últimos retoques de vestuario y peluquería. El coro acaba de llegar. Los directores tienen todo preparado y los llamados “hombres de negro” trabajan para que los decorados estén preparados antes de empezar. En la entrada coincido con Constantino Ruiz que me saluda y me invita a recorrer todos el auditorio para conocer cómo es este gigante cultural por dentro. Cada recoveco, cada sala, cada rincón con todos sus maravillosos secretos. “Tras dos años de pandemia, vamos a traer a Salas a 4200 personas al auditorio. Sentimos lo que ocurrió con el primer día de venta de las entradas en la web, algo que pudimos solucionar pronto. Ahora sólo queda disfrutar a tope de este maravilloso musical en nuestra ciudad, que por un mes, se convierte en el epicentro de la cultura en Burgos", comenta Constantino.
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Regreso al escenario y allí me encuentro con José Hernáiz, uno de los grandes responsables de decorados. Apenas tiene tiempo, pero amablemente me explica que retos se han encontrado en esta parcela artística tan importante dentro del musical de Aladdin. “El reto es simplemente hasta donde queramos llegar. Si que es verdad que este público está acostumbrado a grandes representaciones que han sido todo un éxito. Por lo tanto no es sencillo sorprender, pero creo que lo vamos a conseguir. Lo que hemos pretendido es sorprender con la magia con efectos maravillosos y con muchas escenas muy coloristas. Hemos tenido competencias muy amplias y hemos creado con libertad. Lo que creas tiene que encajarse después. Es como un reloj suizo. Todo tiene que funcionar a la perfección. Todos los grupos eso si tienen el respeto de todos los demás. Lo que si tenemos son sensaciones fantásticas. Hay mucha ilusión y se ha rejuvenecido el plantel, algo muy importante para que Ademus siga teniendo savia nueva en el futuro, finaliza José. Trabajando también está Toño Azúa, un super incondicional de Ademus, que ultima los últimos preparativos antes del comienzo. Amablemente los tres se ofrecen para la fotografía mostrando la importancia de crear buenos equipos para lograr juntos el éxito final.