Alfredo Alonso es ingeniero forestal, pero por circunstancias vio una gran oportunidad de poder continuar con una fábrica de morcillas situada en Lerma. Junto a otro socio también del pueblo llevan una de las empresas que más y mejor miman un producto tan maravilloso como es el de la tradicional morcilla de Burgos. “Llevamos desde finales de 2014. Nuestra elaboración es única y bastante peculiar. Nosotros pre cocemos el arroz y obtenemos una morcilla que sale más negra porque el arroz así absorbe mejor la sangre. Eu una morcilla además algo más especiada que la de Burgos. Es un producto reconocido en el tiempo como propio de la comarca del Arlanza. Usamos cuatro especias principales como son Pimentón, pimientna, anís y orégano. También lleva un poco de comino y una pizca de clavo. Mi abuela incluso le echaba una pizca de canela”, explicó Alfredo.
Lo cierto es que muchos productores coinciden en que la guerra de precios está terminando con un producto único y de una enorme calidad. “La IGP ha sido sin duda un soplo de aire fresco. Nosotros primamos por encima de todo la calidad. Usamos tripa natural de ternera y de cerdo. Somos dos empleados y tratamos por todos los medios de hacer cantidades pequeñas. Creemos en la morcilla artesanal y esa es nuestra filosofía. Internet es actualmente una ventana al mundo que nos ofrece la posibilidad de dar a conocer mejor este maravilloso producto. Nuestros mejores mercados nacionales están en el País Vasco y en Valencia. Burgos Alimenta nos está ayudando mucho a cruzar otras fronteras para llegar a otros mercados. Queremos crecer pero poquito a poco sin perder la esencia de nuestra empresa que no es otra que la de ofrecer siempre un producto artesanal y de la mejor calidad”.
Alfredo cree que la morcilla de Burgos es desde luego la mejor morcilla del mundo. Y es que bajo su punto de vista tiene unas proporciones perfectas de cebolla, manteca y arroz. “Nunca queda blanda ni pastosa. Y ese equilibrio entre ingredientes es una de las grandes claves para conseguir un producto tan rico y apreciado. El uso de la cebolla orcal también ayuda para lograr ese sabor inconfundible. Y de nuevo, creemos que es realmente importante hacer un producto artesanal. Y es que en el sabor final el cliente nota una gran diferencia y en la actualidad no le importa pagar un poquito más”, concluyó Alfredo.