Si los días que transcurren entre el 24 de diciembre y el 6 de enero están "reservados" a la familia, las primeras semanas de diciembre son propias para los momentos de recapitulación de la anualidad entre amigos y compañeros de trabajo. Y desde hace décadas la forma tradicional de juntarse para celebrar estos eventos es la de acudir a un restaurante donde realizar una comida o cena de hermanamiento.
En algunos como 'El Cenador' de Quintanar de la Sierra ya están comenzando a recibir las primeras reservas de grupos para las primeras semanas de diciembre en un momento en el que todavía están centrados en rematar con buen sabor de boca la campaña de setas que finalizará con el puente de la constitución.
El restaurante quintanaro ofrece una variedad de tres menús; los precios varían entre los 24 y los 35 euros por persona, y siempre están dispuestos a realizar alguna modificación.
Concentrados en el final de la campaña micológica se encuentran también en el restaurante de Navaleno 'El Maño' donde tras un buen comienzo con "muchos hongos de calidad" y un final con menos setas que otros años reconocen que todavía no están pensando en los convites previos a Navidad.
En el restaurante 'Mesón de Clunia', que abrió sus puertas en abril de este año esperan la llegada de las fechas navideñas con ilusión. En el restaurante ubicado en el histórico pueblo de Peñalba de Castro están ultimando los detalles de los distintos menús que van a ofrecer en los días previos. Están abiertos a ofrecer tanto cenas como comidas a pequeños y grandes grupos.
DIFERENCIA CON LA CIUDAD
La idiosincrasia de los pequeños y medianos municipios hace que estas "celebraciones" empresariales sean más reducidas y no cueste tanto encontrar hueco en la última semana previa a las Navidades para realizar el evento.
"La mayoría de las empresas de la zona son familiares y de plantilla reducida" comenta Luis Alberto de el Cenador.
Respecto al debate entre la elección de cena o comida, nos explica que va en función del tipo de trabajo. "Los profesores y empleados y empleados públicos suelen juntarse a comer el día antes de las vacaciones". Mientras, el resto de empresas suelen optar por llevar a la cena la realización de esta jornada festiva que sirve para unir a los trabajadores, sacándolos del entorno laboral, pudiendo conversar de una forma más desinhibida, aunque siempre teniendo cuidado de no hacer excesos que puedan recordarse los días posteriores.
