Con la Semana Santa llega uno de los dulces más esperados del año: las torrijas. Un postre que no pasa desapercibido en su forma tradicional del que se venden millones de unidades en solo una semana. Un plato tradicional que en Pinares se deconstruye de la mano del cocinero del Cenador de Quintanar, Luis Alberto Simón, quien nos enseña cómo innovar creando torrijas micológicas y torrijas de Ajo Carretero, el plato típico de los que trabajaban en el monte en esta comarca de Pinares.
"Mi cabeza siempre está pensando el modo de crear cosas nuevas. Unir la Semana Santa con el plato más tradicional de Pinares es algo que me llena de satisfacción", señala el cocinero.
La versión que ustedes encontrarán durante estas fiestas en la mayoría de los lugares es la receta clásica. Su asociación a esta fiesta no está del todo clara. Los expertos dicen que quizás se deba a la necesidad de aprovechamiento del pan sobrante que, durante el tiempo en que no se podía comer carne, era menos consumido.
El Cenador de Quintanar propone su torrija micológica a hecha a base de tres panes distintos para hacer la rebanada (molde, hogaza y panete). Solo se usa la miga de todos ellos y se consigue una mezcla que se perfecciona en un molde. A partir de ahí, las tierras, las setas y los frutos rojos acompañan a este plato.
Por su parte, la torrija de Ajo Carretero es una de sus últimas creaciones. La apuesta de este chef por este manjar de hace siglos ha quedado demostrada en innumerables ocasiones, pero llevarla al mundo de los postres es su creación más novedosa. Los sabores del Ajo Carretero se entremezclan de forma suave en esta torrija que seguro no pasará desapercibida.
Luis Alberto ganó su primer concurso gastronómico hace más de una dñecada en Abejar con el primer premio del ‘Concurso de Cocina’ de la Feria de la Trufa, uno de los impulsos para que esta joven promesa fuera abriendo puertas al mundo de la alta cocina.
