viernes. 22.11.2024

Este fin de semana se hubieran celebrado en Aldea del Pinar la Fiesta del Dulce Nombre de Jesús por la Asociación Cultural la Veceda pero se ha decidido suspender los actos festivos ya que el viernes nos dejaba Felipe Sanz Llorente tras luchar sin descanso contra una dura enfermedad.

La iglesia de Aldea se quedó pequeña para despedir a este amigo de todos, una Buena Persona que nos ha dejado demasiado pronto.

Lleno de vitalidad Felipe siempre se implicó en todas las actividades y eventos del pueblo, siendo vocal de la asociación desde su creación. Siempre dispuesto a ayudar a todo el mundo con la mejor de sus sonrisas podías verlo el primero en una obreriza en agosto para adecentar nuestro pueblo, como disfrutando de la Ruta Boletus, subiendo al Pico Navas o colaborando en las diferentes fiestas de Aldea con su mejor disposición y haciendo felices a todos los que tuvimos la suerte de conocerlo y trabajar con él desde su amor por la Aldea.

Esperemos el año que viene volver a celebrar las fiestas de Jesús acompañados de su gran familia porque estoy segura de que sería lo que a él le hubiera gustado pero ahora está todo muy reciente y se ha movilizado todo el mundo para despedirlo como merecía y volver a la Aldea de nuevo este fin de semana no lo vemos oportuno.

Volverá a escucharse el sonido de las chapas al caer contra el suelo aunque no estés entre nosotros para ir a caras o cruces, volveremos a vestir nuestras mejores galas con nuestros trajes serranos cosidos con todo el cariño de Mari Carmen, tu viuda, y los hombres volverán a ponerse la capa castellana para protegerse del frío helador propio de estas fechas como hacía Felipe todos los años.

Te echaremos de menos.

Fiestas de Jesús 2020
Fiestas de Jesús 2020 con Felipe llevando La Cruz

 

A Felipe Sanz Llorente, in memoriam

Acaba de dejarnos el día 6 de enero de 2023, el que fue sin duda uno de los pilares fundamentales de este pequeño pueblo de Aldea del Pinar. Sus dos apellidos se hunden en la historia del lugar, siendo sus raíces, al menos tan antiguas, como los primeros documentos escritos de que disponemos.

Trabajador incansable, siempre dispuesto a colaborar en el mantenimiento y la mejora del patrimonio común, sin apartarse de cualquier evento festivo, pues para todo sabía sacrificar su persona y su tiempo. Un dinamizador nato de una pequeña comunidad, ahora un tanto huérfana, al igual que debe sentirse su numerosa familia.

 Todos los que tuvimos la suerte de trabajar con él y contar con su amistad, con la tristeza de la pérdida, pero a la vez con los buenos recuerdos y la fortuna de habernos beneficiado de su ayuda, de su prudencia, consejo y paciencia, queremos dejar constancia, de nuestro tal vez tardío agradecimiento y de lo mucho que le echaremos de menos.

Dicen que “la muerte para los jóvenes es naufragio mientras para los viejos es llegar a puerto.” Tal vez la vida sea solo eso, un viaje, que se hace corto, y la llegada solo un último paso, pero que se hace infinito.

Sé que viviste una vida feliz, siempre rodeado de personas que te quisieron mucho y de una extensa familia que sin duda lo hacían aún más. También sé que luchaste hasta el final de tus días, como solo lo hacen los campeones y así te vamos a recordar.

Pero a pesar de ello, luego de haberte visto tan bien y haber compartido una parte de tu vida, me resulta difícil admitir que te hayas ido tan rápido. No te tocaba aun, pero ese dinamismo tuyo lo has llevado hasta en tu final.

Me cuesta mucho entenderlo y lo único que me consuela, aunque solo un poco, es pensar que puedas estar en un lugar mucho mejor.

Y como pienso que la verdadera muerte llega solo con el olvido, quiero comprometerme junto con tus familiares y amigos, a recordarte, y así permanecerás siempre vivo entre nosotros.

No se le dice adiós a un amigo, sino hasta luego.

Víctor J. Campo

Aldea del Pinar y alrededores despiden a Felipe Sanz Llorente