"Antes cantábamos y bailábamos por todo Salas con el gallo al compás de la música de los dulzaineros de Arroyo y Terrazas"
Uno de los grandes encantos de Salas de los Infantes son sus fiestas. Además de las de agosto, las de Santa Cecilia y la Inmaculada tienen un enorme interés y devoción. Estamos ante dos festejos muy arraigados en la ciudad milenaria y en ambos se prende fuego a una gran hoguera a la que se conoce con el popular nombre de la Chinada. En torno al fuego, dador de luz, calor y vida, hundiendo sus orígenes en las celebraciones celtíberas del pueblo Pelendón que habitó estas tierras, y al son de la dulzaina castellana, se baila La Chospona, canción única en el folclore castellano que sólo se puede escuchar aquí. Dice Estrabón sobre las costumbres de los celtíberos: “En las noches de plenilunio, cuando están embriagados, bailan una danza en círculo, al son de la flauta o el cuerno, alrededor del fuego…”.
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Hemos querido indagar todavía más para conocer mejor esta fiesta ancestral. Y lo hemos conseguido gracias a una maravillosa entrevista concedida por Teresa Herrera Múñoz, más conocida como la “Teruca”. Oriunda del Barrio de Costana en Salas de los Infantes, la “Teruca” siempre ha participado y colaborado con esta fiesta ancestral considerada una de las más antiguas de España.
“Antes íbamos a por las estepas ocho días antes de la fiesta de Santa Cecilia. Usábamos carros, vacas o mulas y todos participábamos arrancándolas y cargándolas. Era muy típico poner un palo con un buzo y rellenarlo con estepas para que pareciera un hombre. Y lo mismo hacíamos en el otro carro, pero en este caso se ponía una falda muy hueca y se rellenaba también con estepas para que pareciera una mujer con un pañuelo. Que yo recuerde no se almorzaba como ocurre ahora, pero si dejábamos las estepas junto al río como ocurre en la actualidad.