Burgos y Soria son dos de las provincias españolas donde conducir es más peligroso, debido a la posible irrupción de animales silvestres en la calzada. Lo confirma un estudio de seguridad vial elaborado por "Ponle Freno-Azasa de Seguridad Vial".
Las diez provincias con mayor número de colisiones por este motivo concentran el 45 por ciento del total y se encuentran en el norte peninsular.
El informe destaca, asimismo, que diciembre y el último trimestre del año son los periodos en los que se registra el mayor número de siniestros con animales cinegéticos, debido principalmente a su coincidencia con la época de apareamiento del jabalí.
Entre las provincias con más siniestros está también Guadalajara. Entre octubre y noviembre de este año se ha observado un repunte de atropellos de jabalíes en Barcelona, Orense, Gerona, La Coruña, Lugo, Asturias, Huesca y León frente a los valores de años anteriores, según indican los responsables del estudio. Un pequeño porcentaje de las colisiones con animales de caza (el 5,2%) provoca lesiones en los ocupantes de los vehículos, aunque, cuando se producen, son un 12% "más caros" que los accidentes contra otro tipo de animales.
Los accidentes de tráfico provocados por animales han experimentado, según los datos facilitados por la Subdelegación del Gobierno en la provincia de Soria, una reducción del 9 por ciento en la provincia de Soria en los nueve primeros meses del año, aunque todavía suponen el 67 por ciento del total de los siniestros en las carreteras.
De los 883 accidentes de tráfico ocurridos en Soria durante los nueve primeros meses del año, 597 han venido ocasionados por la irrupción de animales incontrolados en las carreteras. En Soria, dos de cada tres accidentes de tráfico los provocan animales y de éstos, el 90 por ciento los causan corzos, ciervos, o jabalíes.
PRECAUCIÓN
El Centro de Estudios Ponle Freno-AXA de Seguridad Vial ha pedido a los conductores que extremen la precaución al volante, especialmente en las provincias con mayor presencia de animales silvestres.
De todos los accidentes de tráfico que tienen lugar en España al año, un 7% se producen contra objetos o animales. Los de caza o cinegéticos son los que más se ven afectados, al concentrar entorno al 60 por ciento de todos aquellos en los que se ven implicada alguna especie animal.
El jabalí sigue encabezando, por tercer año consecutivo, el primer puesto de los animales más peligrosos para los conductores, afectando a más del 30 por ciento de este tipo de siniestros. Por su parte, el corzo, pese a seguir manteniendo el tercer puesto del ranking, aumenta en más de 5 puntos su tasa de colisiones respecto a 2014.
PRECAUCIÓN
Para evitar un accidente con animales, la principal medida que se puede tomar es reducir la velocidad. En zonas en las que hay riesgo de que crucen animales por la vía, conviene practicar una conducción defensiva y estar atento a cualquier señal (movimiento, brillo, etc.) que pueda indicar la presencia de un animal en las proximidades.
El mantenimiento en perfecto estado de luces, parabrisas y limpiaparabrisas y el uso del cinturón de seguridad son esenciales parar reducir las colisiones y sus consecuencias. Si aparecen animales en la vía o junto a ella, hay que reducir la velocidad para incrementar el tiempo de reacción y las posibilidades de evitar un choque. Conviene recordar que el comportamiento de los animales en estas situaciones es impredecible y que, en muchas ocasiones, los animales se desplazan en grupo.
Hay que evitar volantazos y movimientos bruscos: se puede perder el control del vehículo y provocar un accidente o salirse de la vía. Si la colisión con un animal es inevitable, se debe mantener la vista hacia donde se quiera llevar el vehículo, pisar el freno de forma firme y rápida y tratar de chocar en ángulo (no frontalmente). Justo antes del impacto, es conveniente levantar el pie del freno para reducir las posibilidades que el animal acabe estrellándose contra el parabrisas.
Tras chocar con un animal, hay que detenerse en cuanto sea posible en un lugar seguro, fuera de la calzada, señalizar la parada, comprobar el estado del vehículo y llamar a la autoridad o sus agentes para comunicar el hecho. No hay que acercarse nunca a los animales heridos. Posteriormente, debe contactarse con el seguro para comunicar los daños que haya podido sufrir el vehículos.