Canicosa bailó con devoción al Niño Jesús
El municipio de Canicosa de la Sierra vivió ayer domingo 17 de enero el día más importante para la Cofradía del Dulce Nombre de Jesús, antiguamente conocida como la de San Bartolomé y rebautizada en 1930 con el nombre con el que hoy se la conoce. También ayer se celebró San Antón, fiesta local que se alargará hasta hoy lunes.
La mañana comenzó con la celebración de la misa y la procesión, uno de los momentos más esperados del año para los cerca de 250 hermanos integrantes de esta agrupación. Y es que es en ese instante cuando se saca la imagen del Niño Jesús por las calles de Canicosa de la Sierra y donde durante todo el recorrido, tanto hombres como mujeres, bailan la jota como signo de devoción.
Al grito de “¡Viva el Dulce Nombre de Jesús y viva el Prior!” la música no dejó de sonar mientras bailaron los hermanos cofrades. Al término, la imagen volvió a llevarse a la iglesia para después continuar la celebración con la degustación de pastas y moscatel como dicta la tradición.
En esta edición, el Prior de esta cofradía ha sido Julián Ibáñez Ureta que ha estado acompañado en esta especial fiesta por los Mayordomos Tomás Campo Cuesta y Francisco Peirotén Ureta.