El municipio de Vilviestre del Pinar ha comenzado el año fuerte. A comienzos de este mes de enero, concretamente el día 2, Carlos Mediavilla ha presentado su libro “El libro de los Oficios” de ayer y hoy. Esta obra, comprende un paseo por los oficios y trabajos, desde los más tradicionales y conocidos en la zona de la Sierra de Pinares, pasando por oficios de otras localidades y pueblos, llegando hasta los más desconocidos y sorprendentes.
En total, se aglutinan en sus hojas un compendio de 74 oficios y trabajos, muchos olvidados o desaparecidos, muchos otros muy originales y otros tantos muy curiosos. La obra, recoge profesiones de todo el mundo, no solo de España, en muchas ocasiones originales y antiguos, la mayor parte de ellos ya en desuso, pero otros aún siguen llevándose a cabo. Mediavilla, espera sorprender a niños y mayores con este ‘Libro de los oficios’ en el que también se recogen muchos de la Sierra de la Demanda y provincia.
El serrano, baraja poder enseñar el libro en escuelas, asociaciones, barrios y pueblos porque para las personas mayores es recordar parte de su vida y para los pequeños conocer oficios antiguos, a través de la proyección de diapositivas y de este libro en un formato curioso La presentación del libro, estuvo organizada por la Asociación de Zarracatanita en colaboración con el Ayuntamiento de Vilviestre del Pinar y tuvo lugar en le Casa de la Fundación de Vilviestre del Pinar.
Carlos Mediavilla, oriundo de Vilviestre del Pinar, también es el creador de la idea original de “Talleres Chupacharcos”. Aquí, el vilviestrino tuvo la idea de empezar a recolectar madera y fabricar soportes para cuadros o directamente muebles auxiliares; a pintarlas y decorarlas con la colaboración de Carmen Cavia y, finalmente, a exponerlas y venderlas como artículos decorativos. Posteriormente, comenzó a fabricar paradas (expositores) de madera para los artesanos de las ferias y mercados y, finalmente, en 2017 emprendió el camino de confeccionar juguetes de madera a gran escala.
Para Carlos Mediavilla, artesano de la madera desde hace 25 años, una botella de refresco, un par de pilas que ya no sirven, envases y tetrapacks vacíos, móviles y equipos informáticos viejos, bolsas de súper, cartón, vidrio, latas, periódicos… Nada de eso es basura y, sin embargo, se tira a la basura. Si los recicláramos, contribuiríamos a la preservación y uso racional de los recursos naturales, a la creación de valor económico y a la disminución de desperdicios lo que, a su vez, repercutiría en la reducción de la contaminación ambiental. Además de su vinculación a la madera, los Pinares de la Sierra de la Demanda y el reciclaje ,otro valor fundamental que desea preservar es la accesibilidad a los productos, es decir, mantener precios asequibles para que el mayor número de personas puedan adquirirlos. Por todo esto, lo que comenzó siendo un nexo con su tierra y quizá una utopía y un ideal, e ha convertido en una verdadera realidad profesional.