La localidad de Casarejos estará de celebración con motivo de las fiestas grandes en honor a San Ildefonso y la Virgen de la Paz. En esta edición, el Ayuntamiento ha decidido mantener la ceremonia eucarística los tres días y las procesiones 23 y 24. La corporación municipal decidía, en la noche del jueves 13, “no arriesgarnos por la situación que se vive ahora con el covid”, afirmaba el alcalde, José María Peña, quien añadía “no descartamos poder hacer las danzas un día en verano, para que no se pierda la tradición”.
Habitualmente, y durante estas fiestas, la iglesia de Casarejos se llena de gente para ver las tradicionales danzas que se realiza frente al retablo mayor para así representar los once conocidos bailes entre un público que vive con emoción este momento. Y es que, aquí en Casarejos, se sigue apostando por mantener este tipo de tradiciones que combinan también con sus tradicionales sobadillos que se reparten entre la gente para que los prueben. El comienzo de las fiestas lo marca el encendido de la hoguera en la puerta de la iglesia después de la misa; una tradición que viene de muchos años atrás y que servía antiguamente para comunicar al resto de pueblos que al día siguiente darían comienzo las fiestas del pueblo. Al día siguiente, 23 de enero, tiene lugar la celebración de San Ildefonso.
Este año, por fortuna, la festividad cae en domingo, por lo que la gente que quiera puede acudir a la iglesia y, posteriormente, a la procesión. Para el 24 de enero, día de la Virgen de la Paz, se reviven los actos matutinos. Para el último día de fiestas, el 25 de enero, se celebra la misa de difuntos y es típico que por la tarde se lleven a cabo actividades con los más pequeños. También el último día, y en la última edición en la que se celebraron estas fiestas populares, allá por 2020, se celebró el campeonato de guiñote y en el Ayuntamiento el de brisca.
SIN VERBENAS EN EL POLI
Este año, no se desarrollarán las tradicionales verbenas los días grandes. Son muchos los pueblos que viven estas próximas fiestas, la incertidumbre de saber si al final se llevarán o no a cabo. Son las de San Ildefonso, junto con la Virgen de la O dos de las fechas que marcan el invierno en Casarejos. Ya en el verano, ha sido habitual la celebración de San Roque, y en los últimos años se había recuperado la tradición del Pino Mayo, coincidiendo con el primer día del quinto mes del año. Buena parte de los habitantes también bajan en romería al Cañón de Río Lobos.
LAS DANZAS DEL PALOTEO
Con la llegada de San Ildefonso, el municipio pinariego de Casarejos baila las tradicionales danzas del paloteo para celebrar esta festividad. Además, son las primeras, ya que abren la temporada de fiestas de invierno de los pueblos pinariegos tras las fiestas de Navidad.
Las danzas del paloteo, se realizan dentro de la Iglesia y están formadas por ocho danzantes que mientras bailan van chocando los dos palos que cada uno tiene con los de al lado o enfrente, al son de la dulzaina y el tamboril. Los danzantes, van vestidos de blanco con camisas, enaguas, faldones y medias y, en un principio, estaban integrados por varones. Los estudiosos piensan que tienen un origen muy antiguo, del principio de la historia, y que era una danza guerrera, a la vez que religiosa, con origen en la antigua Grecia.
De allí se extendió por el Mediterráneo hasta llegar a la península Ibérica y, con diversos cambios y modificaciones, se ajustó a la vida de la Meseta Castellana. Al principio el baile y el juego del Paloteo se hacía con espadas, dado el principio guerrero, pasando más tarde a cambiar las espadas por lanzas, pero seguía con el recuerdo inicial. Al final se empezó a danzar con palos que es como ha llegado a nuestros días.
En los últimos años, las danzas de Casarejos se han realizado el fin de semana posterior a San Ildefonso, ya que muchos de los danzantes no viven el la propia localidad, sin embargo este año, la festividad cae el domingo lo que facilita la organización