Las plazas centrales de Covaleda y Duruelo de la Sierra son escenario de la concentración de repulsa por el asesinato de Cristina Abad, la mujer de 44 años que vivía en Matamala de Almazán y que fue asesinada en la jornada del 25 de diciembre.
Con implicación vecinal en Covaleda, el padre de la mujer era natural de Duruelo, por lo que los dos núcleos compartían los antecedentes de la mujer fallecida.
Del resultado de la autopsia, que fue practicada el 26 de diciembre se deduce que la mujer habría muerto de forma violenta. La Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Comandancia de Soria, a demanda del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Almazán, que lleva el caso, investiga desde el primer momento todas las posibilidades.
En la noche del 26 de diciembre se procedía a la detención un vecino de Matamala de Almazán como sospechoso de ser el presunto autor de la muerte violenta de Cristina Abad.
En la jornada del 27 de diciembre, El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Almazán decretaba prisión provisional, comunicada sin fianza, para el hombre detenido por la muerte de la mujer. El sospechoso ingresaba en la prisión provincial de Soria.