viernes. 22.11.2024
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En los tiempos que corren nada tiene que ver el estilo de vida que llevaban nuestros padres o abuelos. Hace décadas la población se repartía de manera más equilibrada entre las ciudades, pueblos y villas; se disfrutaba más de las cosas físicas e incluso se dedicaba más tiempo en la cocina preparando comidas o dulces caseros. Hoy en día ocurre lo contrario, en su mayoría, debido al estilo de vida profesional y cultural que gran parte de la población tiene y es que vivimos en una sociedad en la que abunda el adjetivo “rápido” por no decir inmediato. El estilo de vida actual demanda comida más sana, natural y que requiera poco tiempo de preparación o cocción. El tiempo es oro y cuidarse no debería estar reñido con platos exquisitos, nutritivos y listos en un periquete.

Platos rápidos de nuestra gastronomía

 

Nuestra cultura gastronómica da para muchas recetas de todo tipo, platos de cocinado lento como puede ser un cocido o estofado y otras que requieren de menos tiempo ya sea por su fácil preparación o por el uso de la olla exprés, tan de moda en estos tiempos que corren.

Seguro que podemos hacer una ensalada de lo más sana con cualquier ingrediente que tengamos a mano, tan sólo necesitaremos añadir tomate, lechuga, atún, huevo duro y picatostes además de sal y aceite al gusto para tener una comida saludable y rápida. Al igual ocurre con otros platos como por ejemplo una escalibada de verduras asadas, una hamburguesa de pavo o pollo con ingredientes al gusto, un plato de pescado al horno con patatas asadas, y así hasta un sinfín de comidas con productos locales que podemos disfrutar de manera rápida y sana.

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Fuente: Pixabay

Cultura gastronómica internacional rápida y sana

 

La fusión también está presente en nuestras rutinas culinarias y cada vez se van abriendo paso más platos de cocina internacional entre nuestras comidas y cenas. Así por ejemplo la comida vegetariana tiene más presencia que antes y lo hace en diferentes formatos como por ejemplo en una pizza de verduras en el que se pueden añadir brócoli, cebolla o espárragos; un plato de comida libanesa que puede incluir humus (puré de garbanzos) y falafel (albóndigas vegetales); espaguetis con gambas y salsa de tomate al más puro estilo italiano; macarrones con carne boloñesa con huevo y queso a gratinar en el horno; o incluso una ensalada de quinoa de 3 colores con huevo duro, pollo, brócoli y aceite de oliva, ideal para terminar un día duro de trabajo. Todos estos ejemplos de cocina de varios países son una muestra de la cantidad de platos que podemos preparar en tan sólo media hora para mantener nuestra salud a raya y no caer en la pereza y por lo tanto en su consecuente desánimo a la hora de cocinar.

El estilo de vida de nuestras generaciones no se parecerá mucho a la de nuestros antepasados, pero sí que podemos seguir teniendo una buena calidad de vida manteniendo una alimentación saludable, prueba de ello son los platos comentados anteriormente con los que incluso podemos aventurarnos y probar nuevas culturas culinarias.

Cuando comer rápido y sano no está reñido