Desde Asden-Ecologistas en Acción Soria se adhieren públicamente a favor de la campaña de inclusión del lobo dentro del Catálogo Español de especies amenazadas (RD 139/2011) en la categoría de “vulnerable” en todo el territorio español, campaña que esta ONG promueve actualmente (https://loboiberico.com/
Los ecologistas solicitan que la Junta de Castilla y León apoye la catalogación nacional del lobo que promueve Ascel y apruebe un plan de conservación y recuperación efectivo de la especie, renunciando al control poblacional de lobos (a todas luces ineficaz e ilegal) al ser al mejor garantía de conservación de la especie y promoción de su coexistencia con actividades e intereses sectoriales.
El colectivo ecologista se remite a la anulación, por parte del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León, del programa de caza del lobo 2016/2019, declarando ilegal la muerte de 173 lobos en Castilla y León durante ese periodo, una Sentencia histórica, para los ecologistas, ya que, además de evidenciar que una especie protegida como el lobo no puede ser cinegética ni ser matada injustificadamente, contempla la condena a la Junta de Castilla y León a compensar la muerte (en la medida de lo posible) de los 173 ejemplares, lo que supone un importe de 1.602.153 € (9.261 € por cada lobo matado) mediante la presentación de un programa que, como mínimo, deberá comprender las actuaciones necesarias para la recuperación del lobo ibérico, su conservación y para la divulgación de la importancia de la especie, dinero que saldrá del bolsillo del contribuyente y no de los que ignoraron la protección europea y nacional del lobo.
Asden resalta la importancia biológica del lobo dentro de la amplia gama de ecosistemas que caracteriza la Península como depredador apical y especie clave, controlador de la densidad de herbívoros silvestres de los que se alimenta (como ciervos, corzos, jabalíes, conejos o topillos); seleccionador natural de presas enfermas o débiles, disminuyendo la incidencia de enfermedades como la sarna o la tuberculosis, además de controlar las poblaciones de medianos carnívoros por competencia. Desde nuestra perspectiva, el lobo se sitúa como el mejor aliado de la ganadería y agricultura sostenible del siglo XXI, posicionándonos en contra de su caza por las siguientes razones:
– Éticas: El control letal no es solución viable para una sociedad desarrollada como la actual donde el maltrato animal es claramente rechazado por gran parte de la población.
– Legales: Se trata de una especie protegida a nivel europeo por el Convenio de Berna (Decisión del consejo 82/72/CEE, de 3 de diciembre), incluida dentro del Anexo II como especie de fauna estrictamente protegida.
– Etológicas: El lobo, como animal social y depredador apical, posee estrategias intrínsecas de autorregulación de sus poblaciones (territorialidad y dispersión) siendo, por ello, innecesaria la eliminación de ejemplares, ya que esto genera ruptura de grupos que, sin ese amparo social, se ven potencialmente más obligados a atacar sobre ganado desprotegido.
– Ecológicas: Por tratarse de una especie generadora de biodiversidad y clave en las dinámicas ecológicas de los ecosistemas.
En la actualidad, y de acuerdo a los datos disponibles, contamos con unas 170 manadas en Castilla y León, número similar al de los últimos 30 años, y de las cuales ninguna de ellas está instaurada en territorio de la provincia de Soria, mientras que contábamos con cuatro manadas estables hace apenas cuatro años. Afirmando, por tanto, que la expansión no es tal y que múltiples experiencias demuestran que la coexistencia entre el depredador y la ganadería extensiva es totalmente alcanzable con medidas preventivas como los mastines, el pastoreo o mantener el ganado cerrado durante las noches, encontramos completamente inaceptable y falta de argumentación la matanza de lobos en Castilla y León, así como en el resto del territorio español.
No podemos terminar sin referenciar el juicio histórico que se celebró el pasado 9 de enero en Ávila por el cual el Juzgado de lo Penal trató de determinar si dos personas mataron un lobo en una montería celebrada en el coto de caza de Valdeciervos en la localidad de Tornadizos (Ávila) el 29 de noviembre de 2015; lugar situado al sur del río
Duero, frontera natural a partir de la cual el lobo disfruta de una total protección
amparado en el Anexo II de la Directiva 92/43/CEE del Consejo, de 21 de Mayo, como especies animales y vegetales de interés comunitario para cuya conservación es necesario designar zonas de especial protección.
Llegados a este punto se evidencian una serie de claros problemas de conservación de la especie derivados de su relación con el ser humano; la primera y más importante es la caza ilegal, seguida por la caza legal, los atropellos y la utilización de venenos,además de graves problemas de viabilidad genética por elevada matanza de ejemplares.
Debido a la delicada situación del lobo ibérico, cuya población está estancada desde la década de los 90 del pasado siglo, tanto nivel nacional como autonómico, a la patente fijación por esta especie de determinados sectores y el incumplimiento de las leyes europeas y de protección de hábitats por parte de las administraciones, desde Asden creemos necesario: 1. Levantar la voz en favor de una especie tan importante comomaltratada “para que en las noches españolas no dejen de escucharse los hermosos aullidos del lobo ….” (Félix Rodríguez de la Fuente, 1928-1980),
2. Solicitar que la Junta de Castilla y León y la ciudadanía apoye la catalogación nacional del lobo que promueve Ascel y
3. Siguiendo las recomendaciones legales de la Sentencia reciente, apruebe un plan de conservación y recuperación efectivo de la especie, renunciando al control poblacional de lobos (a todas luces ineficaz e ilegal) al ser al mejor garantía de conservación de la especie y promoción de su coexistencia con actividades e intereses sectoriales.