Durante la mañana, el párroco de Quintanar de la Sierra, José Álvarez,ultimaba en la ermita de Revenga los detalles y exigencias de la normativa para que la gente pudiera acudir al templo. Otros años, y a esas horas, ya eran muchos los que estaban en el edificio y alrededores esperando a celebrar el día grande.
Hermosas flores, al pide del altar. Gel desinfectante a la entrada, Separación de bancos. "Hoy no se va a celebrar misa, pero hemos dispuesto cuatro horas con la ermita abierta a fin de que pueda acercarse gente de la zona exclusivamente a rezar".
Pegaba ya un sol de justicia en la pradera. "Hubiese sido un buen día de Revenga", comentamos con Montero, mientras pensamos en la gente a la que un día como hoy, 30 de mayo, se le han trastocado los planes. Hay día por delante, y algún grupo o familia igual puede venir a recordar la jornada.
Vacío en la pradera. Cerradas las dependencias de La Casa del Comunero y La Casa de la Madera. No hay chiringuitos. Y no se espera el buen ambiente en la tarde de un día como éste. No habrá baile en Quintanar, ni se elegirán a la Reina y Damas de las fiestas de San Cristobal, puesto que el programa también ha sido suspendido.
Es un hecho insólito. No se oye música, ni ruido. Sólo de vez en cuando algún vehículo circula por la carretera.
Al año que viene será. Volveremos a pedir a la Virgen de Revenga y,.....la Virgen se lo dio.