Esta emprendedora rural llegó a Salas de los Infantes en el año 2000 cuando tan sólo tenía ocho años. “La verdad es que es fácil coger confianza con los vecinos del pueblo. Y esa confianza es maravillosa porque al final tengo la sensación de estar siempre entre amigos, lo que hace que el trabajo sea mucho más fácil. Me gustaría remarcar que este verano los pinchos, el picoteo y las pizzas caseras han sido un éxito absoluto. La que más ha gustado sin duda es la vegetariana. Lleva espinacas, mozarella y tomate y su sabor y textura han triunfado entre los clientes. Tengo otra que he llamado “Donde Danka” que lleva pepperoni, pimientos verdes
y aceitunas negras. También cocino otra con jamón, queso y cebolla y la que yo llamo la Boloñesa”. “Voy a montar una gran carpa en el exterior con la que gano más espacio ya que el bar es más bien pequeño. Además, le voy a poner unos calefactores para que los clientes puedan disfrutar de este servicio en invierno y una gran sombrilla para que también estén cómodos durante los días de calor del verano. Mi intención además es ampliar mucho más la terraza que ahora dispone de diez mesas con cuatro sillas por mesa. Para mí es muy importante ofrecer el mejor servicio posible para mis clientes y sobre todo en la atención de la terraza, un servicio cada vez más demandado debido a la pandemia de covid. Por eso quiero ampliar su capacidad”, finaliza Danka.