En la jornada de ayer, desde el Servicio Territorial de Medio Ambiente, se remitieron nuevas muestras de carpas a la Unidad de Patología Infecciosa y Epidemiología de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Zaragoza al objeto de continuar investigando el origen de la mortandad.
Según han confirmado los responsables de este centro, el objetivo es realizar un estudio por familias mediante PCR y también inoculación experimental, así como, posiblemente, análisis histológicos de órganos, con el fin de aproximarse al diagnóstico. Puesto que los cultivos celulares requieren un periodo de unos 20 días, los resultados de estos estudios tardarán unos días en conocerse.
Desde el inicio del suceso, el operativo puesto en marcha por el Servicio Territorial de Medio Ambiente (más de 40 personas, en su mayoría agestes y celadores medioambientales, aunque también se contrató personal específico para esta tarea), en colaboración con otros organismos implicados, fundamentalmente la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD), ha recogido un total aproximado de 66.340 carpas muertas. Solo se han hallado peces de esta especie, de gran tamaño, unos 40 centímetros, y un peso medio de 1,5 kilogramos. Los pocos ejemplares muertos que los agentes medioambientales han podido ver en las últimas horas se encuentran en un avanzado estado de descomposición, lo que indica que la mortandad, al menos en este momento, ha cesado. Además, sí se han observado carpas con aparente buena vitalidad.
A la vista de los resultados, el Servicio Territorial de Medio Ambiente retiró el pasado miércoles el personal específico de recogida de carpas muertas, aunque los agentes medioambientales continúan realizando una vigilancia exhaustiva de las márgenes del embalse, retirando los ejemplares muertos que aparecen (ayer jueves, 108 en la zona de Vinuesa –entre el puente de cemento y el Club Náutico-, 60 en la zona de Herreros y ninguna en Playa Pita).
Analíticas realizadas hasta el momento
Cabe recordar que todos los estudios analíticos realizados hasta el momento, tanto del agua como de los peces, han resultado negativos para esclarecer el origen de la mortandad. Se han descartado parámetros físico químicos, contaminantes y vertidos, puesto que los análisis en continuo y las muestras de la CHD no indican valores anormales, ni hay afección a otras especies más sensibles que habitan en el embalse. Por el mismo motivo se ha descartado un Bloom de algas.
Los análisis realizados por el Laboratorio Central de Veterinaria (Laboratorio Nacional de Referencia del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente –MAGRAMA-) en las muestras de carpas recogidas en el embalse por los Servicios Veterinarios Oficiales de la Junta descartaron la presencia de cualquiera de los virus con importancia en piscicultura continental, como son: Herpesvirus KOI y otros herpesvirus acuáticos, Viremia primaveral de la carpa y Birnavirus acuáticos, incluyendo Necrosis Pancreática Infecciosa, tal y como se comunicó a la Consejería de Agricultura y Ganadería el pasado día 10.