El domingo 30 de abril los mozos irán al monte a cortar el pino que ya han elegido previamente, comerán todos juntos en el recinto de las piscinas, vigilados de cerca por cuadrillas de casados que también aprovechan la jornada para comer juntos en el monte o merenderos particulares y a eso de las 18:00h está previsto que se baje el pino hasta el pueblo acarreado por la yunta de bueyes de Aldea del Pinar como manda la tradición.
El momento de la bajada desde las piscinas y la entrada al pueblo lo aprovechan numerosas personas para unirse a la comitiva y realizar el trayecto andando bajo la atenta mirada de Jalisco y José Antonio que velan por la seguridad de grandes y pequeños y el bienestar de sus preciados bueyes no se produzca ningún percance.
Desde hace ya unos cuantos años el Mayo se pinga en la Plaza pero debido a las obras de este año está previsto que la pingada se lleve a cabo junto a la Ermita de San Roque tras el frontón.
Una vez descargado el pino y con la ayuda de los casados, como reza la canción, se pingará el Mayo momento de máxima expectación y afluencia de gente.
En Hontoria esta labor se hace exclusivamente con ‘tijeras’ unas varas de pino atadas en cruz con sogas aprovechando las fuerza bruta de sus mozos que empujando a la vez dirigidos por uno de ellos logran izar el pino y ponerlo derecho en un acto que requiere la coordinación y el esfuerzo de todos.
Otro de los momentos que más expectación levanta es cuando uno de los mozos trepa por el tronco desnudo del pino para desatar la cuerda que ha ayudado en la pingada situada a una buena altura. Una vez abajo tras el descenso será manteado y vitoreado por los amigos y el público asistente.
Una vez pingado el Mayo las mozas del grupo Costalago bailarán alrededor del pino mientras canta el Coro siendo el único pueblo de la comarca donde a día de hoy se mantiene esta tradición tras perderse en pueblos donde antiguamente también se bailaba como por ejemplo Cabezón de la sierra, La Gallega, Neila y Aldea del Pinar.
En Hontoria los bailes de las mozas también se perdieron hace muchos años pero a raíz de una actuación del Grupo Gavilla en 1986 que hizo un montaje sobre ello y el empeño de Olga Olmedillo y las diferentes mozas de Hontoria que desde entonces han ido participando, desde principios de los noventa no ha dejado de bailarse.
El baile de las mozas era una forma de integrar a la mujer en la fiesta y festejar que todo había salido bien en una jornada no exenta de peligro ya que es una fiesta tradicionalmente masculina en la que sólo los hombre solteros son los que van al monte a cortar el pino mayo.
La jornada estará amenizada por la Charanga Los Chones y tras la pingada se continuará la fiesta por los bares de la localidad mientras que el cuerpo aguante; ya que es una de las festividades más esperadas por los hontorianos.