El vicepresidente, portavoz de la Junta y consejero de Transparencia, Ordenación del Territorio y Acción Exterior, Francisco Igea, ha apelado al consenso para aprobar los mapas rurales y la creación de las mancomunidades de interés general (MIG) rurales con carácter general y dejar para largo plazo la conversión de éstas en municipios fusionados.
Igea, en su prolija exposición de su programa de gobierno en las Cortes, defendió como propuesta de futuro de la ordenación, después de que esta quedara en “vía muerta” en la pasada legislatura al no aprobarse los mapas rurales, una solución intermedia que conserve la Ley de Ordenación y las MIG rurales, pero a la vez se introduce la alternativa de la fusión de municipios.
Para continuar con la implantación de este modelo, anunció que en los próximos meses se presentará un proyecto de ley que establezca y regule el mapa de las Unidades Básicas de ordenación y Servicios del Territorio (ubost), donde aseguró que se acordará con todos los participantes en el proceso que son los 900.000 castellanos y leoneses que viven y trabajan en el mundo rural.
En este sentido, leyó un apartado de la Ley de Ordenación que recoge la fusión de municipios y añadió que ellos no renuncian a ellos, si bien subrayó que será en la próxima legislatura cuando los ciudadanos digan si se quiere avanzar en esa dirección. “No se plantea el cierre ni extinción, pero ésta se verá, si no se toman medidas”, aseveró.
El vicepresidente sostuvo que un núcleo de población de 32 o 70 habitantes a los que prestan los servicios las diputaciones no están mejor atendidos que los de 5.000 habitantes, al considerar que la democracia indirecta de las corporaciones provinciales no representa a las personas, sino a los partidos.
Tras exponer el modelo, avanzó que próximamente presentarán un proyecto de ley de modificación de la ley de Ordenación, Servicios y Gobierno del Territorio -aprobada por PP y PSOE en 2013- a la que seguirá la modificación de su reglamento para “corregir o actualizar lo que sea necesario”.
La modificación de la norma se guiará por el “gradualismo” para una “profunda transformación de la planta local, pero diferida en el tiempo, no inmediata”, detalló, para precisar que se trata de establecer las MIG rurales como “estación intermedia actual entre la excesiva fragmentación municipal y el establecimiento de municipios fuertes con un tamaño mínimo en torno a 5.000 habitantes”.
Estableció a través de esos cambios normativos -aprobación de los mapas rurales y reforma de la ley de Ordenación- tres momentos en la ordenación: la integración voluntaria en las MIG una vez aprobado el mapa de las ubost, el funcionamiento más integrado de los servicios de las mancomunidades de interés general y, por último, la transformación de éstas en nuevos municipios fusionados.