La ‘Fiesta del Mayo’ se viene preparando desde semanas atrás, con la venta de la rifa que tendrá como premio el pino y un cordero; y con la elección del protagonista de la fiesta. Ellos saben que si se opta por un pino robusto y de buenas dimensiones, y que cubica, va a costar más elevarlo a mediodía del domingo 1.
Sobre las cinco de la tarde del 30 de abril se queda para salir al monte. En los últimos años, el pino se corta en la zona entre ‘La Estación’ y ‘La Soltilla’, bien por la Junta de Los Tres Valles o por el área del ‘Puente donde se mató José’. Una vez que el pino entra en acción la fuerza y el empeño de los que se van a cargar de tirar de él, y trasladarlo hasta el pueblo.
En el traslado, se ríe, se bebe y se hacen paradas, todo en buen ambiente, y la entrada en la población se realiza ya por la noche. El pino se lleva hasta el terreno aledaño a la calle Cañada Real, frente al Consultorio médico, y allí se elevará a mediodía del día siguiente.
Como la noche es larga, en fiesta y juerga nocturna, los encargados de la pingada, tardan en llegar. El grupo de oganizadores ya se encarga de preparar las cuerdas, tijeras de madera y adecentar el pozo, que ya se ha dejado preparado el día anterior. Tras la pingada, todos disfrutan de una comida popular y el ambiente se alarga durante toda la tarde.
En Navaleno, durante las últimas décadas, el pino ha sido erguido en tres enclaves distintos. Primero en la zona conocida como ‘Las Leñeras’; luego en el paraje de ‘El Raso’, y ahora en la ubicación actual. Los cambios han venido motivados por la construcción de inmuebles en estos terrenos.
