El artista de la forja, Justo Herrero, termina estos días en el taller de Covaleda, junto a la exposición, la paloma de la solidaridad.
Es una paloma de grandes dimensiones, para la que, de forma meticulosa, ha ido preparando las alas, con las plumas correspondientes, “que cada una se ha llevado más de 200 martillazos” para darla forma.
La paloma trae en su pico la solución al coronavirus, y lleva junto a su cuello el lazo solidario en recuerdo y homenaje a las víctimas de la Covid-19. La lograda pieza se colocará en la zona exterior del Museo junto a otras figuras de animales que permanecen en el enclave.
La gran exposición que acoge la obra de Justo Herrero con los trabajos de muchas horas, ocupa más de 1.200 metros cuadrados, 800 de ellos al aire libre,- donde permanecen las obras de mayor tamaño, y 400 metros en la nave, con más de 300 obras, dispuestas de forma cómoda para realizar el recorrido por las dependencias.
Relata Justo con cierto malestar la escasa atención que se presta desde las instituciones al Museo que ha sido fruto de muchos reportajes y grabaciones, siendo referente de las creaciones artesanales en la forja en Castilla y León.
Nos enseña justo la creación de uno de los símbolos de la fiesta de San Juan de Soria, con la bota de vino u el toro, “que bien podría estar en alguna plaza o calle de la ciudad de Soria”. Comenta el artesano de forma anecdótica, como se quiso poner en contacto con el concejal de cultura del Ayuntamiento de Soria, quien ni siquiera permitió que le explicase la situación del museo y la intención de que la obra estuviera en la ciudad. “Al concejal no le interesa”, fue la explicación que recibió de una trabajadora del Ayuntamiento capitalina. “Me la han pedido para Burgos, pero yo quería que estuviera en Soria”, apostilla Herrero.
