Volvió a revivirse el rito de la Pingada del Pino Mayo en Molinos de Duero en una mañana soleada, y un poco fresca, la del martes 1 de mayo.
Tras la traída del pino con la ayuda de los bueyes, la plaza fue el escenario para proceder al levantamiento del protagonista de la fiesta con la colaboración de los vecinos, y en uno de los marcos más bellos de la comarca pinariega.
El de Molinos tiene la singularidad que permanece erguido en la plaza, en un bello espectáculo de piedra, con la iglesia, las casas solariegas y, al fondo, el frontón, hasta bien avanzado el verano, y allí permanece durante el mercado medieval y las fiestas de Santiago, así como las actividades del mes de agosto.