Esta pinariega natural de Molinos de Duero se desmarcó pronto dejando claro que las modas musicales no iban con ella y eligiendo estilos como el jazz, el swing o el blues como parte de su registro. Una apuesta arriesgada que Mara Row no solo ha sabido defender durante años, si no que le ha llevado a traspasar fronteras y llegar a lugares como México o Marruecos para conquistar importantes éxitos.
Subió a un escenario por primera vez de forma profesional a los 17 años debutando con una orquesta en las fiestas de San Juan. Poco después se fue a Madrid para estudiar y fue allí donde descubrió la música negra en su máximo esplendor. “Empecé a ir a locales de conciertos prácticamente a diario y entré en contacto por fin con el blues, el soul y la música negra en general. Cuando pude disfrutar de estos estilos en directo, quedé prendada totalmente”, explica Row.
Su voz aterciopelada y sensual llena cada escenario que pisa. Confiesa ser muy sincera cantando y preferir hacerlo en castellano. “No me gusta fingir lo que no soy. Soy soriana y mi idioma es el castellano. No quiero darle prioridad al inglés en la música porque no me identifica ni va enfocado a los de mi alrededor. Me gusta expresarme con naturalidad cuando canto y que se perciba lo que soy. Con un idioma que no es el mío, el mensaje musical que transmito pierde parte de su esencia”, añade.
Fue en 2013 cuando Mara Row sacó la grabación de su primer trabajo que le llevó a México donde conoció a músicos de gran calado que participaron con ella en su gira en el país durante año y medio. “Fue lo mejor que he vivido. A nivel musical me sirvió para conocer a gente estupenda y grandes artistas, pero sobre todo a nivel personal fue una experiencia maravillosa. He aprendido mucho de aquel país y lo considero mi segunda casa”.
Mara Row define ese primer trabajo como “íntimo, arriesgado, precoz, loco... Cuando lo escucho me lleva a esos días en los que se mezcla lo que soy con lo que fui”.
Declara que sus mayores referentes en la música son artistas como Django Reinhardt, Duke Ellington, The Andrews Sisters, Lila Downs o Monsieur Periné. Considera que lo mejor de esta profesión es “la satisfacción de cantar lo que quieres y como quieres. Cuando lo haces con sentimiento el público lo nota y te hace llegar con aplausos y gestos su reconocimiento de que ha sentido lo que transmitías. Cuando eso pasa y el mensaje crea un feedback, es casi mágico”.
En agosto de 2014 puso en marcha la gira en Marruecos con tu segundo disco. “La experiencia de Marruecos fue corta pero intensa. El proyecto que fuimos a desarrollar no tenía unas bases musicales muy definidas y eso fue positivo porque nos permitió crear una mezcla muy interesante de fusión entre el jazz latino y la música árabe sin proponérnoslo. Fue interesante ver que día a día, a medida que tocábamos con músicos locales, los temas se enriquecían y tomaban un color muy particular”, añade.
Muchos viajes en los últimos años que no le han permitido a Miriam Carramiñana ir tanto como quisiera a su pueblo: Molinos de Duero. “Molinos es mi raíz. Es donde he vivido algunos de los momentos más felices y donde siempre quiero volver”, confiesa la cantante reconociendo que sus giras le han privado de ir todo lo que quisiera, “ahora que estoy en España sí voy con frecuencia, aunque sólo sea a dar una vuelta. Veo que el pueblo se ha ido modernizando en ciertos aspectos y me gusta ver que se organizan conciertos, actividades culturales o excursiones. Tengo un pueblo precioso y cuando se embellece con música y cultura, no puede ser mejor”.
Los objetivos para Mara Row, ahora que está de nuevo en Soria, son “demostrar que se pueden hacer buenos e interesantes proyectos sin tener que marcharse a las grandes ciudades. En Soria tenemos muy buenos músicos, una oferta cultural y musical de altísima calidad, y quisiera aprovechar todo esto. En el futuro me encantaría volver a México para mover el proyecto que estamos creando, trabajar con los músicos que estuvieron conmigo durante mi etapa allí y llevar de nuevo el nombre de Soria a territorio americano”, concluye.