El pueblo de Navaleno tampoco se va a quedar atrás en lo que a la pingada del Mayo respecta, y es que, al igual que sus pueblos vecinos, la localidad pinariega lleva desde 2019 sin poder celebrarla por culpa de la pandemia mundial por coronavirus.
La fiesta comenzará la tarde del 30 de abril cuando la gente suba al monte a por el pino para llevarlo al pueblo y prepararlo. El transporte del Mayo hasta la localidad se realizará como todos los años: con la ayuda de un carro de un eje y de las sogas con las que los jóvenes tiran, que por cierto este año estrenan sudaderas. Tras llegar a Navaleno tendrá lugar una cena para todos los que estén apuntados.
Al día siguiente será la pingada, que se realizará como se hacía antiguamente: con unas horquillas formadas por un par de grandes troncos con los que los jóvenes se ayudarán para poder levantar el Mayo. Además, también se utilizarán varias sogas para estabilizar el pino cuando esté levantado.
Una vez pingado el Mayo, tendrá lugar una comida popular, para la gente inscrita, en la que, de nuevo, estará presente el grupo de gaiteros para animar a todo el pueblo de Navaleno.
NUEVO SITIO, MÁS EXPECTACIÓN
La ubicación donde se ha llevado a cabo la pingada ha variado en los últimos años. En ‘Las Leñeras’ dejó de hacerse por el avance de una de las urbanizaciones y en ‘El Raso’ ocurrió lo mismo con las últimas construcciones. Pero este año, Jesús Orte, el encargado de dirigir la pingada, explica que “es el primer año que se va a hacer en la plaza del pueblo. Llevábamos años pidiendo al ayuntamiento un encofrado para poder hacerlo en el pueblo y este año nos lo ha preparado”. Orte destaca la colaboración del pueblo: “yo me suelo encargar de tirar el pino en el monte y luego también dirijo a los jóvenes a la hora de pingarlo, pero luego hay quienes se encargan de la comida, por ejemplo”. Añade Orte que, además, este año se van a encargar camisetas y sudaderas nuevas para reemplazar las antiguas.
Todos los navalenenses esperan con ganas la llegada del primer domingo de mayo para poder celebrar, después de dos años, lo que antiguamente significaba la llegada de la primavera con la pingada del Mayo. Y es que, el que será el primer domingo de mayo, tiene lugar una de las fiestas más grandes de toda la comarca de Pinares.
