A algunos se nos está haciendo más que raro el actual. Acostumbrados a un elenco de actos por la zona, ya hemos vivido julio con la mayor ausencia de actividades que hemos conocido en nuestra historia como personas. Ahora, en este mes de agosto, la situación no ha ido a mejor. Es más, varios Consistorios han decidido echar marcha atrás, tras la intención inicial de programar algunas actividades infantiles.
El equipo de gobierno del Ayuntamiento de Navaleno ha sido tajante en este tema desde el inicio del verano. No se autorizó el acto de homenaje a las víctimas del covid-19, previsto tras la colocación del monolito en la calle Alta. Tampoco se accedió a la petición del grupo encargado de organizar el Certamen de Poesía en el Teatro Cervantes, como se venía haciendo cada año en la primera quincena del mes de agosto.
“Esto es lo que toca”, comenta el alcalde, Raúl de Pablo, con resignación ante la problemática en la extensión de contagios por coronavirus. Para el representante local se hace necesario respetar las recomendaciones, y evitar las concentraciones en grupo de más de diez personas.
La anulación del programa festivo echa por tierra el esfuerzo de estos años en promover actividades lúdicas,- como los conciertos en la plaza-; deportivas,- como las competiciones de deporte en la calle, el cross, el campeonato de natación-, o religiosas- como las procesiones por las calles de la población los días 15 y 16, la misa en la ermita del 17-,; y gastronómicas,- como la degustación de champis en una vivienda del Barrio de San Roque, o la caldereta en La Fuente del Botón.
Los únicos actos que se mantienen son las ceremonias religiosas en la iglesia parroquial de San Esteban, los días 15, 16 y 17 a las 13:00. “Se ha descartado la de la ermita, dado que no ofrecía las garantías”, comenta de Pablo, tras la confirmación con el párroco, Pedro Utrilla.
En el mediodía de este 16 de agosto, se han vuelto a cantar los 'Gozos de San Roque', con un ahínco especial pidiendo 'libranos de peste y males, Roque, Santo Peregrino'.
Tras finalizar la misa, y en el exterior de la iglesia, al igual que en la jornada del 15 de agosto, se ha repartido el desinfectante y la mascarilla, donación de la empresa Soluin Laboratorios de Burgos, un gesto con el que se ha querido recaudar fondos para Cáritas.
La suspensión de la actividad festiva repercute en la zona de peñas, locales con uno de los mayores ambientes de la comarca, al estar concentrados los locales en un gran espacio junto a la calle de la Fuentevieja.
