Apuntaba bien la primavera con abundancia de precipitaciones para augurar un otoño con una mayor fructificación de las setas. Un verano caluroso, con lluvia escasa, ha acabado con las esperanzas de una temprana campaña micológica. Sin embargo, en septiembre, distintas tormentas han descargado en algunos términos y parajes, sin demasiada agua, y han permitido algunas fructiificaciones principalmente de lactarius, rússulas, algunos boletus y cantarelas.
Durante esta semana, ya se ha visto, en varios de los términos de la comarca pinariega, la presencia de grupos que acuden a la zona para otear las posibilidades de recoger esas setas tempranas del otoño. Santa Inés, Pinar Grande o la ladera de Urbión han sido tres destinos para los avanzados de la campaña.
"El calro es bueno para las setas" , comenta uno de los aficionados de la comarrca,, quien cree que si hubiera unas preicipitaciones adundantes en próximas jornadas se darían las condiciones idóneas para su fructificación.
Sin embargo, las previsiones para estos próximos días no son nada esperanzadoras. Ausencia de lluvias y descenso notable de las termperaturas nocturnas, como marcan los pronósticos,`- con una noche especialmente fría en la madrugada del martes 25-, no es el caldo de cultivo ideal para que las setas pueden hacer sju presencia de forma masiva en los montes de PInares.