El Monumento a los Comuneros de Castilla, es un proyecto largamente esperado para honrar un capítulo crucial de nuestra historia, que ha quedado en el limbo durante más de dos décadas. La propuesta original, presentada por Tierra Comunera (TC) en el año 2000 y aprobada por el pleno del Ayuntamiento, ha sido víctima de una serie de obstáculos que han impedido su realización.
El emplazamiento previsto para este monumento, es la glorieta de la Avenida de Castilla y León en el cruce con Juan Bravo, lugar que ha permanecido vacío, salvo por la presencia de una primera piedra colocada en abril del año 2000, con motivo del Día de la Comunidad. Esta piedra, obra del artista Cristino Díez, ha sido testigo solitario de un proyecto que aún no ha visto la luz.
"El acuerdo de pleno le afecta al Ayuntamiento y lo lógico es que se materialice. Además, está glorieta no está adecentada", manifiesta el Secretario General del PCAS-TC, Luis Marcos, reflejando la necesidad de cumplir con los compromisos adquiridos. Además desde las filas castellanistas, se solicita al Ayuntamiento que denomine esa plaza como Licenciado Urrez. Garci Pérez de Urrez tenía su casa en el Barrio de San Esteban de la capital burgalesa, su formación intelectual era indudable. El licenciado Urrez, fue uno de los principales comuneros burgaleses, y lidero un importante ejército en el norte de la provincia de Burgos y parte de lo que hoy es Cantabria.
Al licenciado Urrez le cupo el dudoso honor de encontrarse entre los 293 comuneros de más talla, exceptuados del denominado perdón real de octubre de 1522, por medio del cual, el emperador Carlos V señalaba claramente quienes habían sido sus más significados rivales en la Revolución Comunera.
La importancia de este monumento trasciende lo meramente estético. Representa una oportunidad para rendir homenaje a un momento crucial en la historia de Castilla y de España, así como para promover una mayor conciencia sobre el sentimiento castellano y comunero.
Por ello desde el PARTIDO CASTELLANO-TIERRA COMUNERA (PCAS-TC) se propone no solo la pronta ejecución del monumento, sino también la designación de la plaza donde se ubique como Plaza Licenciado Urrez, en honor al destacado comunero burgalés. Asimismo, sugerimos la convocatoria de un concurso de ideas abierto a todos los artistas de Castilla y León para la elección de la obra definitiva, priorizando la participación ciudadana en la selección final.
Es hora de que este proyecto, que lleva más dos décadas en espera, se convierta en una realidad tangible que enriquezca nuestro patrimonio cultural y promueva el orgullo de nuestra identidad.