La población es la única que sigue manteniendo el ciclo completo tradicional de lo que ha venido siendo el rito de la pingada del mayo, desde la mañana del sábado, para ir al monte a cortar el pino. El ambiente de disfrute con una comida en el monte, el traslado del pino al pueblo, este año con los bueyes; y, ya el domingo el día 1, la pingada en la plaza ante la expectación popular, y la posterior subasta de los pinos, tras el concejo.
Si bien en los pueblos que mantienen la tradición se sigue viviendo el rito de la pingada, en Pinilla se ha logrado conservar lo que en la mayoría de pueblos se ha perdido: la subasta de los mayos con reunión en la Casa Consistorial. Ahora, y en los pueblos de la zona, se opta, en muchos casos, por la rifa del pino, con la venta de papeletas que se van ‘colocando’ en las semanas anteriores.
El Pino Mayo, al igual que la matanza del cerdo en otras fechas, es un punto de encuentro en Pinilla. Llegan a la población hijos del pueblo o grupos de visitantes asiduos en distintas épocas del año, siguen los distintos actos, y disfrutan del ambiente, en especial el colectivo de jóvenes que espera con impaciencia la fiesta.
CASA DEL MÉDICO. Desde el Ayuntamiento de Pinilla de Los Barruecos se está buscando financiación para poder realizar obras de adecuación y mejora en la antigua Casa del Médico, a fin de poder dedicar el inmueble para los usos que se estime oportuno. El alcalde admite las dificultades para poder conseguir esa ‘ayuda’ institucional, que los presupuestos municipales no alcanzan a poder costear en su totalidad.