Pocas setas han salido aún en los montes de Pinares, pero la mayoría de los pueblos de la comarca ya se encuentran preparados para que comience la campaña. Tres de ellos, Regumiel de la Sierra, Canicosa de la Sierra y Covaleda lo hacen esta temporada estrenando regulaciones micológicas con el objetivo de “ver si de este modo se puede acabar con la recolección ilegal”, en el caso de los dos primeros; y con la intención de “que los beneficios queden para el pueblo y sus vecinos”, en el caso de Covaleda.
Ramiro Ibáñez, alcalde de Canicosa, confiesa que su preocupación este año es que la situación del pasado vuelva a repetirse. “Tenemos que intentar paliar este grave problema del furtivismo en nuestros montes, y pensamos que entrando en el Micocyl se puede acabar con él”, señala Ibáñez. Lo cierto es que Canicosa es uno de los pueblos que está en el punto de mira de estos recolectores furtivos, en su mayoría extranjeros procedentes de Rumania. Ya han podido verse en la localidad, pero a fata de setas, cogiendo otro de los frutos que este año está siendo muy productivo: las endrinas.
Del mismo modo, la localidad de Regumiel de la Sierra ha decidido también entrar en el Programa de gestión micológica que ofrece la Junta de Castilla y León ‘Micocyl’. “En el pueblo tenemos opiniones de todos los gustos con respecto a habernos metido en este sistema en el que el que quiera coger setas tendrá que pagar su licencia, pero es la única forma de conocer si tendrá un efecto positivo o no y se acaba con el furtivismo que el año pasado nos destrozó el monte. Después, valoraremos si continuamos o nos salimos”, confiesa el alcalde José Luis Vázquez.
Por su parte, la localidad de Covaleda ha seguido este año el camino que años anteriores siguieron municipios como Neila o el Coto Pinares Sur (con doce localidades, entre ellas Hontoria del Pinar y Huerta de Rey) y donde se encuentran muy satisfechos con los resultados (en Neila los beneficios de la anterior campaña ascendieron entre los 7.000 y 8.000 euros. En Hontoria hace dos años se recaudaron en torno a los 10.000 euros, según datos de ambos alcaldes).
En Covaleda los empadronados, con un año mínimo de antigüedad, recolectarán setas de forma gratuita y el resto de personas tendrán que sacarse una licencia para dos días consecutivos cuyo coste será de 5 euros. Un cambio que parece haber gustado a la mayoría de los vecinos que están a favor de que “los beneficios se queden en el pueblo y no los gestione una empresa aparte como años anteriores con Cesefor”. Solo los vinculados (aquellos que tienen estrecha relación con Covaleda pero que no están empadronados) han protestado por la normativa.
“Tengo casa en Covaleda y voy mucho al pueblo aunque no estoy empadronada y, como tal, tengo sentimientos encontrados respecto a la regulación. Por un lado, estoy totalmente de acuerdo en que los mayores beneficiarios deben ser los vecinos. Pero por otra parte, las personas que pagamos impuestos municipales debemos contar con la posibilidad de sacar una licencia para la temporada y no solo para los dos días”, señala una mujer de 58 años.
El primer edil de Covaleda, José Antonio de Miguel, ha confesado que intentará tomar alguna medida para resolver esta cuestión de cara ya a la próxima campaña.